Estamos en primera línea en la lucha contra la austeridad. Anteponemos las personas a los números.

En respuesta a las medidas innecesarias de dura austeridad y a la absurda rigidez económica impuesta por las fuerzas conservadoras de Europa, hemos conseguido normas fiscales más flexibles para los países de la Eurozona cuando, por ejemplo, la inversión estratégica pueda resultar beneficiosa para su economía.

Estuvimos al lado del pueblo griego cuando los halcones conservadores quisieron sacar a Atenas de la Eurozona. Se evitó otra crisis devastadora contribuyendo a mantener a Grecia en la Eurozona.

Hace falta buena inversión pública para generar empleo y crecimiento.

Presionamos por el Plan de Inversión para Europa de la Comisión Europea, que ya ha movilizado más de 300.000 millones de euros y ha creado miles de empleos. El Plan de Inversión ha sido un primer paso de cara a romper con los recortes.

Hemos logrado mucho con nuestras peticiones de propuestas legislativas para impulsar la inversión en tecnologías de bajo carbono, energías renovables y empresas sostenibles; todo lo cual sirve para dar una nueva forma a la economía, de una manera que sea favorable a la sociedad y el medio ambiente.

Apoyamos a los ciudadanos y ciudadanas afectados por prácticas financieras abusivas, reaccionando positivamente a las peticiones de quienes se quedaron sin hogar, y que aún tenían que seguir pagando sus hipotecas, cuando las llamadas entidades financieras seguras y fiables fallaron.