En los últimos años, ha surgido una gran polémica en torno a los pros y los contras del cambio de hora estacional. Muchos países deciden cambiar el horario de verano o invierno para ahorrar energía; pero esa decisión también conlleva impactos adversos sobre los rendimientos de los cultivos y el bienestar animal, interrumpiendo los biorritmos del ganado que, por ejemplo, afectan al ordeño de las vacas. Los cambios de hora también afectan negativamente a la salud pública, siendo los niños y los mayores los más afectados. En cualquier caso, cualquier cambio de hora en la Unión Europea debe coordinarse para el buen funcionamiento del transporte y el mercado interior.

 

Por ello, el Parlamento Europeo le ha pedido a la Comisión Europea que revise la Directiva actual y estudie qué es mejor para los europeos y las europeas. En el verano de 2018, la Comisión Europea realizó una consulta abierta que generó cerca de 4,6 millones de respuestas; el 84% de ellas a favor de suprimir los cambios de hora estacionales.

 

La comisión de Transporte y Turismo del Parlamento Europeo ha apoyado hoy el informe de la eurodiputada del Grupo S&D Marita Ulvskog que pide que se suprima el cambio de hora estacional antes de 2021.

 

Marita Ulvskog afirmó:

 

“Los Estados miembros eligen si desean que el horario estándar de invierno o verano se mantenga de forma permanente. Sin embargo, es muy importante tener un enfoque armonizado en el mercado interior, por ejemplo, en cuanto al transporte y las comunicaciones, con la finalidad de que el mercado interior de la Unión Europea funcione adecuadamente. Queremos un mecanismo coordinado, donde los Estados miembros deban cooperar y coordinarse entre ellos para evitar una amalgama de horas diferentes en la Unión Europea.  

 

“En lugar de abril de 2019, como propone la Comisión Europea, queremos posponerlo a 2021. La propuesta de la Comisión Europea es, en cierto modo, prematura ya que no se ha realizado ninguna evaluación de impacto apropiada antes de elaborar la propuesta de revisar la Directiva. La consulta abierta de la Comisión Europea también se realizó en un periodo de tiempo relativamente corto, ocho semanas, en lugar de las doce semanas obligatorias. Lo lamentamos porque las evaluaciones de impacto de las propuestas legislativas son una forma importante de facilitar a los legisladores y las legisladoras la información suficiente sobre la cual basar su decisión final”.  

 

El portavoz de Transporte del Grupo S&D, el eurodiputado Ismail Ertug, afirmó:

 

“Es esencial tener un sistema horario armonizado en la Unión Europea. Los Estados miembros tener libertad a la hora de decidir qué horario eligen, pero deben coordinar su trabajo entre sí en relación con la elección de la zona horaria y la hora estándar. Las decisiones podrían coordinarse intercambiando información entre los puntos de contacto responsables de los Estados miembros, en forma de red”.