Después de 12 meses y 47 audiencias en la comisión de investigación del Dieselgate, el Parlamento Europeo ha extraído hoy las lecciones del escándalo. El plenario ha aprobado tanto los informes que resumen los hallazgos y las recomendaciones de la comisión de investigación como la primera nueva normativa de la Unión Europea para evitar engaños en las emisiones en el futuro. Los Socialistas y Demócratas han asumido el liderazgo para reforzar la aprobación y la supervisión de los nuevos vehículos en respuesta al escándalo del Dieselgate y han garantizado una compensación justa de los consumidores a los ciudadanos y las ciudadanas de la Unión Europea.
La eurodiputada Christel Schaldemose, negociadora del S&D sobre las homologaciones, dijo después de la votación:
“Hemos llegado a un buen acuerdo para reforzar las normas de aprobación de nuevos vehículos en el mercado interior y evitar un nuevo escándalo como el del Dieselgate. El compromiso tiene muchas marcas del S&D. Nuestro Grupo ha trabajado muchísimo para garantizar normas armonizadas más estrictas, límites más estrictos para las emisiones de NOx y un sistema más centralizado de control y aplicación que evite un futuro escándalo de emisiones de vehículos. Hemos conseguido introducir compensaciones para los ciudadanos y las ciudadanas que han sido engañados. Es importante garantizar que los derechos de los consumidores están protegidos en la Unión Europea. Pero no es el final del camino. Tenemos una tarea difícil por delante en la negociación con los gobiernos de la Unión Europea. Haremos todo lo que podamos para asegurarnos de que los Estados miembros siguen nuestro liderazgo”.
El eurodiputado Nicola Danti, que es el portavoz de Mercado Interior y Protección del Consumidor del Grupo S&D, dijo:
“Después de varios meses, el Parlamento Europeo ha dado un paso decisivo para garantizar condiciones de igualdad comunes y más fiables en la Unión Europea para los fabricantes de vehículos y las autoridades competentes de su homologación, que tienen que conciliar el interés de los consumidores mientras se garantiza una mejor protección medioambiental. Hemos acordado un conjunto de normas y de controles más transparentes y estrictos que finalmente acaban con el conflicto económico de intereses entre fabricantes de coches, autoridades de homologación y servicios técnicos. Como Socialistas y Demócratas, no podemos aceptar un nuevo Dieselgate y seguiremos luchando para abordar los fallos del actual sistema de aprobación y supervisión en interés de nuestros ciudadanos y ciudadanas”.
La portavoz del Grupo S&D en estos informes, la eurodiputada Christine Revault d'Allonnes Bonnefoy, dijo:
“No permitiremos que los trabajadores carguen con el coste de un fraude que cometieron sus jefes. Proteger sus empleos debe ser una prioridad y, cuando no sea posible, se les debe facilitar a los trabajadores, al menos, acceso a oportunidades de recualificación, por ejemplo, en el sector de los coches ecológicos. También queremos que se compense justamente a los consumidores y las consumidoras por las pérdidas que han sufrido. Que es lo que hace falta para que confíen de nuevo en la industria del automóvil, y que es lo que hace falta para construir una Europa más protectora.
“La movilidad ecológica es el futuro. El 90% de todos los europeos y europeas que viven en las ciudades están expuestos a aire contaminado. Casi medio millón de europeos mueren cada año prematuramente a causa del aire contaminado. Seguir como hasta ahora no es una opción”.
El eurodiputado Seb Dance, que es el portavoz del Grupo S&D en el Dieselgate, dijo:
“Después de 12 meses de investigaciones del escándalo Dieselgate, el veredicto es muy claro: la administración fraudulenta y la negligencia de los Estados miembros y de la Comisión Europea hicieron posible el fraude extendido en la industria del automóvil. Los Estados miembros no supervisaron las emisiones ilegales de los coches y miraron hacia otro lado en relación con la manipulación de las pruebas por parte de Volkswagen y otros fabricantes, y la Comisión Europea no se molestó en aplicar su propia legislación, socavando la confianza de los consumidores en la industria del automóvil y poniendo en riesgo la salud pública.
“El Parlamento Europeo ha enviado una firme señal hoy: defendemos la protección de la salud de los ciudadanos y las ciudadanas europeas y sus intereses como consumidores, y no permitiremos que los gobiernos o la industria se salgan con la suya con el fraude y la administración fraudulenta”.
