Con la votación de hoy sobre el informe Una Europa social fuerte para unas transiciones justas, el Parlamento Europeo les está pidiendo a los líderes y lideresas europeos que los derechos sociales sean jurídicamente ejecutables y que cumplan objetivos sociales concretos antes de 2030. Los Socialistas y Demócratas presionaron por la adopción del Pilar Europeo de Derechos Sociales en 2017, en Gotemburgo, y ahora lideramos el impulso por una Agenda de Oporto, que los líderes firmarán bajo la Presidencia portuguesa, en la Cumbre Social de Oporto, en mayo de 2021.
Iratxe García, presidenta del Grupo S&D, afirmó:
“Cada crisis puede convertirse en una oportunidad. Las transiciones digitales y ecológica están transformando profundamente nuestras sociedades, mientras luchamos contra la pandemia de la Covid-19 y la creciente emergencia social que deja a su paso. Con el Pacto Verde y el Fondo de Recuperación estamos sentando las bases de nuestro futuro común; pero solo será un buen futuro si el Pilar Social se convierte en un pilar fundamental de la casa que estamos construyendo juntos.
“Estoy orgullosa de que mi grupo esté liderando el impulso para que se adopte una Agenda de Oporto en la Cumbre Social de mayo, bajo la Presidencia portuguesa. Con el Pilar Europeo de Derechos Sociales de 2017, los líderes y las lideresas europeos acordaron los principios que guían nuestra sociedad. 2021 será el año para revivir esos principios”.
La eurodiputada Agnes Jongerius, portavoz de Empleo y Asuntos Sociales del Grupo S&D, y autora del informe Una Europa social fuerte para unas transiciones justas, afirmó:
“¿En qué clase de Europa queremos vivir en 10 años? Queremos vivir en una Europa en la que los trabajadores y las trabajadoras ganen un salario digno, todas las familias puedan permitirse una vivienda y ningún niño o niña tengan que crecer en la pobreza. En mi informe, que ha sido adoptado hoy por el Parlamento Europeo, estamos planificando la forma de llegar allí.
“En primer lugar, debemos dar fuerza a los derechos sociales volviéndolos jurídicamente ejecutables. Las recomendaciones, sencillamente no bastan. Los gobiernos de la Unión Europea y la Comisión Europea deben comprometerse con objetivos obligatorios concretos que deben lograrse antes de 2030. Hablamos de pasos muy concretos para mejorar la vida de la gente, como reducir a la mitad el paro juvenil, garantizar que se paga equitativamente a hombres y mujeres, y construir un 30% más de vivienda social que sea asequible. En segundo lugar, especialmente ahora que la pandemia de la Covid-19 está afectando duramente a la economía, la gente está perdiendo su trabajo, sus empresas, sus casas, es momento de invertir en la gente. Es de suma importancia destinar suficiente financiación a programas como los regímenes de jornada laboral reducida, a formación y educación, a vivienda y a programas contra la pobreza. Ninguna inversión tiene mayor retorno para llevar a cabo transiciones justas. En tercer lugar, debe darse seguimiento a los avances acometidos en relación con los derechos sociales, de manera similar a como se hace con los objetivos económicos y medioambientales. Los Estados miembros deben comprometerse con Planes de Progreso Social.
“Les pedimos a la Comisión Europea y a los gobiernos de la Unión Europea que se sumen a nuestra lucha por salarios dignos, trabajos dignos y un bienestar estable. Deben poner su rúbrica a la Agenda de Oporto. Juntos, podemos crear un futuro mejor para todos y todas”.
Nota para los redactores:
El Pilar Europeo de Derechos Sociales fue conjuntamente apoyado, en noviembre de 2017, por el Consejo de la Unión Europea, la Comisión Europea y el Parlamento Europeo. Desde entonces, el desafío ha sido cómo implementar concretamente los 20 principios y cómo garantizarlos. La Comisión Europea se ha comprometido a presentar un Plan de Acción a principios de 2021. Los Socialistas y Demócratas están presionando para que, en la Cumbre de Oporto, en mayo de 2021, se adopten derechos sociales que sean tangibles, vinculantes y aplicables.
