Los Socialistas y Demócratas del Parlamento Europeo se oponen firmemente a los planes de los Estados miembros en el Consejo de la Unión Europea que quieren hacer recortes considerables del presupuesto de la UE para el próximo año. Hoy han votado a favor de informes sobre el presupuesto 2022 en la comisión de Presupuestos del Parlamento Europeo pidiendo una financiación adecuada que se corresponda con los objetivos de recuperación declarados por los gobiernos nacionales de los Estados miembros en el Consejo de la Unión Europea, por la Comisión Europea y por el Parlamento Europeo.
Victor Negrescu, eurodiputado rumano y negociador del Grupo S&D sobre el presupuesto de la Unión Europea para 2022, dijo:
“Los Socialistas y Demócratas del Parlamento Europeo consideramos que lo que más importa en el presupuesto de la Unión Europea son tres prioridades para el futuro de nuestros ciudadanos y ciudadanas. La primera es apoyar la recuperación social. Solo será posible si la Unión Europea se asegura de que hay suficiente dinero y lo enfocamos en la juventud, el empleo, la educación y la política social, y si apoyamos la columna vertebral de nuestra economía: las pequeñas y medianas empresas y las nuevas empresas. La segunda prioridad es invertir en un futuro sostenible. En otras palabras, financiación para la investigación y la innovación, incluyendo las inversiones en salud, digitalización y en transporte y agricultura que sean inteligentes, sostenibles y asequibles. La tercera prioridad se refiere a la solidaridad y a los valores de la Unión Europea, sin los cuales nuestra Unión no sería fiel a sí misma. Hablamos aquí de medidas de financiación para la igualdad de género, la cohesión social y las acciones exteriores, prestando especial atención a la cooperación al desarrollo en terceros países.
“Sin embargo, lo que vemos es sumamente preocupante. El Consejo de la Unión Europea va en la dirección equivocada al recortar 1.430 millones de euros de diferentes rúbricas del presupuesto de la Unión Europea. Sabemos por experiencia que, en tiempos de crisis, la reducción de la financiación y la austeridad llevan a un resultado desastroso para la economía de la Unión Europea y la recuperación de muchísimas economías, comunidades locales y familias en Europa en los últimos diez años, e incluso más. Nosotros, los Socialistas y Demócratas creemos que el presupuesto de la Unión Europea es una palanca de cara a erradicar la pobreza infantil. Siendo el principio rector, pedimos un aumento importante de 3.000 millones de euros dedicados a la Garantía Infantil. Este instrumento es uno de los mejores logros de la Presidencia portuguesa del Consejo, liderado por el gobierno socialista de António Costa. Sería extremadamente cínico si los gobiernos de derecha, el Consejo de la Unión Europea y nuestros colegas de los grupos políticos de derecha en el Parlamento Europeo rechazaran la financiación de la Garantía Infantil y, por lo tanto, prefirieran mirar para otro lado ante el vergonzoso y aún existente fenómeno de la pobreza infantil en Europa”.
Eider Gardiazabal Rubial, portavoz del Grupo S&D en la comisión de Presupuesto del Parlamento Europeo, dijo:
“No podemos permitirnos otro año sin una financiación de la Unión Europea que esté plenamente operativa que forme parte del nuevo presupuesto plurianual de la Unión Europea para el período 2021-2027. Lamentablemente, 2021 se ha convertido en uno de esos años y no debemos permitir que 2022 siga este ejemplo. Además, enviamos un mensaje contundente, no solo a los Estados miembros que quieren recortar dinero del presupuesto de la Unión Europea. También le decimos a la Comisión Europea que ya es hora de que digan de dónde obtendrá la Unión Europea los recursos propios para financiar los ambiciosos objetivos que afirma en beneficio de las europeas y los europeos. Sin un plan claro de recursos propios en el presupuesto de la Unión Europea, que se presente lo antes posible, la Comisión Europea solo hace “bonitas” promesas. Nosotros y nosotras, los Socialistas y Demócratas, no podemos permitir que se engañe a nuestros ciudadanos cuando cuentan tantísimo con nosotros para lograr la recuperación social.
“No tener en cuenta el aspecto social a la hora de redactar el presupuesto de la Unión Europea es un enfoque extremadamente equivocado, y todos y todas vamos a pagar un precio muy alto si seguimos el camino que han los Estados miembros en el Consejo de la Unión Europea, pidiendo recortes presupuestarios a espaldas de los europeos. Un ejemplo es la política de transporte; queremos que el transporte inteligente y sostenible sea asequible para todos nuestros ciudadanos. Otro ejemplo es la transición digital justa. Traducido al lenguaje de la vida cotidiana, significa que tenemos que preparar a Europa para un mundo digital del que todos y todas puedan beneficiarse, y no solo los privilegiados que puedan acceder a una educación digital cara”.
