La moción de censura presentada por los socialdemócratas rumanos contra el primer ministro de la derecha, Ludovic Orban, y su gobierno ha sido aprobada hoy por 261 votos a favor y 139 en contra. Esta moción se vio impulsada, principalmente, por el intento del gobierno de cambiar estructuralmente la legislación electoral tan solo tres meses antes de las elecciones.
La presidenta del Grupo S&D, Iratxe García, afirmó:
“El intento del gobierno conservador de modificar la legislación electoral con tanta prisa no solo va en contra de la opinión del Tribunal Constitucional rumano, según el cual hacen falta un mínimo de seis meses para cambiar la normativa electoral, sino que también va en contra de las recomendaciones de la Comisión de Venecia sobre buenas prácticas electorales, que estipulan que esas modificaciones se lleven a cabo, al menos, un año antes de la celebración de elecciones.
“Es incluso más preocupante el hecho de que ayer, en una reunión maratoniana de más de ocho horas, el gobierno de Orban adoptara una serie de actos legislativos, estableciendo un récord no democrático sin precedentes.
“Los rumanos y las rumanas no se lo merecen. Espero que las fuerzas políticas del Parlamento rumano encuentren la forma de llevar la estabilidad y recuperar el camino de las reformas democráticas, en línea con los valores de la Unión Europea”.
El líder de la delegación rumana del Grupo S&D, el eurodiputado Dan Nica, afirmó:
“Este gobierno ha desafiado a los ciudadanos y las ciudadanas rumanos y a Europa, no solo asumiendo la responsabilidad por siete actos legislativos en los últimos tres meses, sino también adoptando, de forma no democrática, y en una noche, 56 actos legislativos, 25 ordenanzas gubernamentales de urgencia y 31 decisiones, a pesar de las decisiones del Tribunal Constitucional y las recomendaciones de la Comisión de Venecia. Esas normas abarcan una amplia variedad de temas que influyen directamente en la vida de los ciudadanos y las ciudadanas: de la privatización de los servicios sanitarios y de urgencia al presupuesto estatal y, por último, pero no por ello menos importante, el cambio estructural al sistema electoral del país.
“Por lo tanto, reitero mi petición, en nombre de las fuerzas democráticas rumanas, a la presidenta Von der Leyen de que presente urgentemente la opinión de la Comisión Europea sobre las prácticas apoyadas por el gobierno del PPE (Partido Popular Europeo)”.
