Gracias a los eurodiputados y las eurodiputadas del Grupo S&D, la Unión Europea tendrá
finalmente normas adecuadas y actualizadas para gestionar las realidades de los mercados y
los servicios digitales. El Grupo S&D ha votado a favor de los acuerdos políticos sobre la Ley
de Mercados Digitales (DMA, por sus siglas en inglés) y la Ley de Servicios Digitales (DSA, por
sus siglas en inglés) en la sesión plenaria de hoy y, por lo tanto, se reemplaza la legislación
de hace más de 20 años que está actualmente en vigor. Entre los mayores logros del Grupo
S&D figura la prohibición de la publicidad en línea dirigida a menores y la interoperabilidad
de los servicios de mensajería sin que el consumidor/a esté obligado a descargar todas las
aplicaciones de mensajería en su teléfono. Dichos acuerdos se han alcanzado tras intensas
negociaciones entre el Parlamento Europeo y los Estados miembros en el Consejo de la
Unión Europea. El Consejo ya los adoptó hace un par de semanas y ahora era el turno de los
miembros del Parlamento Europeo. Como resultado de la exitosa votación de hoy, la nueva
legislación de la Unión Europea para el mundo digital estará ya en vigor a finales de este
año.
Christel Schaldemose, eurodiputada del Grupo S&D y negociadora del Parlamento
Europeo sobre la Ley de Servicios Digitales (DSA), dijo:
“Queremos sentirnos seguras y seguros en línea, igual que queremos sentirnos seguros
cuando estamos fuera, en la calle o en cualquier lugar público. Por eso mi grupo y yo no
hemos escatimado esfuerzos a fin de lograr una mayor protección de los consumidores y las
consumidoras, incluidos los más vulnerables. Va mucho más allá de la prohibición de la
publicidad en línea dirigida a menores y de los patrones oscuros. Incluimos medidas que
permitan atajar el gravísimo problema de la ciberviolencia, como el porno de venganza o el
ciberacoso. Cubrimos una grave laguna jurídica de la legislación de la Unión Europea y
abrimos la caja negra de los algoritmos usados por las grandes plataformas online y los
motores de búsqueda. A partir de ahora, tendrán que evaluar cualquier efecto negativo
sobre la democracia y la protección de la salud pública, así como las adicciones al
comportamiento u otras consecuencias negativas graves para los usuarios/as y las
sociedades”.
René Repasi, eurodiputado del Grupo S&D y negociador de la Ley de Mercados Digitales
(DMA), dijo:
“Teníamos que acabar con el hecho de que las grandes empresas tecnológicas controlen el
acceso a un mercado que dominan y para el cual escriben sus propias reglas. Para ello había
que devolverle al usuario o usuaria final el control sobre lo que sucede con sus datos. Un
logro importante de la DMA del que mi grupo y yo estamos muy orgullosos es, por lo tanto,
la obligación de interoperabilidad de los servicios de mensajería. Ello significa que la DMA
posibilita que los usuarios y las usuarias puedan chatear utilizando Viber con sus contactos
en Whatsapp o Facebook Messenger sin tener que instalar las tres aplicaciones en sus
teléfonos y aceptar posteriormente todas sus molestas condiciones generales de privacidad. También evitamos “los patrones oscuros” (un comportamiento también conocido como el
“infierno de las cookies”) por los cuales prácticamente se obliga al usuario o la usuaria a
aceptar la venta de sus datos personales solo por querer seguir navegando, mientras que la
opción de negar el consentimiento no es tan visible como la de aceptarlo. Gracias a las
nuevas disposiciones de la DMA, mejorará considerablemente nuestra privacidad en los
mercados en línea. Además, las nuevas normas tenían que ser contundentes en cuanto a su
aplicación. En lugar de basarse únicamente en las multas, la DMA le da a la Comisión
Europea, en caso de incumplimiento continuado de las obligaciones recogidas en la
Directiva, la posibilidad de prohibir las denominadas “adquisiciones asesinas” (compra de
competidores innovadores que se sublevan) e incluso de disolver los “gatekeepers” (grandes
empresas tecnológicas que cumplen ciertos umbrales de tamaño e ingresos). Se trata de
sanciones dolorosas que superan todo aquello de lo que disponemos actualmente en la
legislación de la Unión Europea en términos de sanciones, y que cambiarán el
comportamiento de dichas empresas”.
