Hoy, los eurodiputados y las eurodiputadas del Grupo S&D han apoyado una Resolución del Parlamento Europeo sobre la estrategia Unión Europea-China, pero han insistido en que China debe avanzar primero en la protección de los derechos humanos. Los eurodiputados y las eurodiputadas del S&D consideran que el proceso de consideración y ratificación del Acuerdo Global de Inversiones (CAI, por sus siglas en inglés) entre la Unión Europea y China no puede iniciarse hasta que se levanten las sanciones chinas contra los eurodiputados y las instituciones de la Unión Europea.
El Grupo S&D ha encabezado durante mucho tiempo las peticiones de nueva legislación sobre debida diligencia, con normas vinculantes sobre una conducta empresarial que sea responsable, y acogemos con satisfacción el anuncio de ayer de Ursula Von der Leyen de que la Comisión Europea propondrá la prohibición de los productos fabricados con trabajos forzados, como sucede en los campos de internamiento de Xinjiang, en China. Instamos al gobierno chino a que ratifique inmediatamente los convenios internacionales contra el trabajo forzoso.
El Grupo S&D ha logrado incluir en el informe la condena de las autoridades chinas por excluir a candidatos pro democráticos en las elecciones de Macao, hace tres días.
Sven Mikser, eurodiputado del Grupo S&D y negociador del informe sobre China, dijo:
“China es, sin duda, una potencia mundial en ascenso, y cuanto más asciende, más se traslada nuestra relación con China al ámbito de la rivalidad estratégica. Sin duda, hace falta una unidad mucho mayor entre los Estados miembros de la Unión Europea, pero también una mayor autonomía estratégica de la Unión Europea en áreas políticas como la seguridad y el comercio, y el desarrollo industrial y tecnológico.
“Debemos cooperar en desafíos globales como el cambio climático y las crisis de salud. Pero nunca debemos olvidar plantear nuestras preocupaciones sobre las violaciones sistémicas de los derechos humanos. Tampoco podemos aceptar ningún intento de China de intimidarnos imponiendo sanciones a los miembros de este Parlamento. Mientras no se levanten, el CAI debe permanecer a la espera”.
Pedro Marques, vicepresidente del Grupo S&D responsable de Asuntos Exteriores, agregó:
“China es, o podría ser, un socio comercial y negociador y, al mismo tiempo, un rival económico y un competidor sistémico. Sin embargo, y en primer lugar, la relación de la Unión Europea con China debe centrarse en el respeto de los derechos humanos. Cuando nos enfrentamos a violaciones sistémicas de los derechos humanos, no solo debemos condenarlas claramente, sino también reaccionar.
“Al excluir a todos los candidatos pro democráticos e independientes de las elecciones de Macao, las autoridades chinas han violado abiertamente el acuerdo con Portugal sobre la entrega de Macao. Es inaceptable. La transferencia de la soberanía se basó en la garantía de que se respetaría la democracia. Sí, queremos cooperar y negociar con China, pero no podemos hacerlo sin condiciones estrictas”.
