Eurodiputados y eurodiputadas de distintos grupos políticos han criticado hoy con firmeza, en Estrasburgo, al primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, por haber defendido recientemente la reintroducción de la pena de muerte y por lanzar un consulta pública sesgada que demoniza a los migrantes.
Entre otras preguntas, la encuesta del gobierno húngaro les preguntaba a los ciudadanos húngaros si estaban de acuerdo en que “los inmigrantes eran una amenaza para el empleo y el sustento de los húngaros” y en que “la mala gestión de los temas de inmigración en Bruselas y la propagación del terrorismo están relacionados” [1].
El presidente del Grupo S&D, el eurodiputado Gianni Pittella, dijo:
“Las constantes provocaciones de Orbán han superado cualquier límite de decencia. La gravedad de estas declaraciones no debe infravalorarse.
“Todos recordamos los años de Berlusconi. La incansable sarta de declaraciones inverosímiles, que se refutaban pronto, que continuamente avergonzaban a Italia y a sus ciudadanos.
“Hungría es un gran país y se merece más que esto. No puede transformarse en un escenario en el que nada marche, en el que nuestros valores comunes se sacrifiquen en un esfuerzo por mantener el poder y el control del país.
“La Unión Europea es una comunidad que se basa en el imperio de la ley y en valores fundamentales que no son negociables. Si Orbán no respeta los valores de la Unión Europea, le pedimos que al menos respete la dignidad de su pueblo”.
El eurodiputado István Ujhelyi, líder de la delegación húngara del Grupo S&D, añadió:
“Cada vez resulta más vergonzoso que el gobierno húngaro sea emplazado por el Parlamento Europeo para debatir sus controvertidas medidas, después de varios esfuerzos previos para doblegar al régimen de Orbán por ignorar reiteradamente derechos fundamentales y valores europeos comunes.
“Hubiéramos preferido no tener que presenciar un debate así, ya que las iniciativas que lo impulsan arrojan una luz negativa sobre nuestro país. Sin embargo, como miembros del Grupo S&D, queremos mostrar que Hungría tiene otra cara que es auténticamente europea.
“Hungría no puede estar contra Europa. A Hungría le hace falta el apoyo de los demás países europeos, igual que los húngaros necesitan un gobierno democrático”.
