La producción de alimentos orgánicos es un mercado que crece en la Unión Europea, donde los consumidores europeos se gastaron más de 22.000 millones de euros en el 2013. Sin embargo, la Unión Europea no tiene la capacidad de cubrir la demanda e importamos cada vez más desde el exterior.

La propuesta original que presentó la Comisión Europea se centraba solo en el consumidor, y no lo suficiente en los productores y en cómo crear condiciones de igualdad para los agricultores y los importadores. Por eso, el Grupo S&D ha presionado con éxito por un enfoque más equilibrado que aborde tanto la demanda del consumidor como medidas de armonización dirigidas a impulsar el desarrollo del sector.

La comisión de Agricultura del Parlamento Europeo ha respaldado hoy una propuesta para actualizar y reforzar las normas de la producción de alimentos orgánicos, su etiquetado y el control en todas las etapas de la producción, del campo al consumidor.
 
El portavoz del Grupo S&D para el informe, el eurodiputado Eric Andrieu, dijo:

“Comprar alimentos orgánicos significa apoyar un cierto estilo de agricultura que respeta los ciclos de la naturaleza  y la biodiversidad, así como la utilización responsable de la energía y los recursos. También implica una cierta manera de consumir en respuesta al reto de la sostenibilidad. Comprar orgánico también significa una mejor salud gracias a una mejor alimentación, que debe estar a disposición de todos.

“El objetivo de la regulación es permitir que los agricultores se pasen al cultivo orgánico mediante sistemas agrícolas mixtos y darles más opciones para elegir semillas, que es el recurso agrícola básico de la agricultura orgánica, con derogaciones cuando haga falta.

“Es esencial garantizar la calidad de los productos orgánicos a los consumidores reforzando y armonizando los controles en la Unión Europea y de los productos importados”.

El portavoz de Agricultura del Grupo S&D, el eurodiputado Paolo de Castro, dijo:

“Los consumidores deben poder comprar productos de gran calidad de productores de la Unión Europea que sean supervisados anualmente y deben estar seguros de que los alimentos orgánicos que importan cumplen las mismas normas estrictas.

“Como este sector está en constante evolución y crecimiento, la Comisión Europea debe informar de nuevo al Parlamento en el 2020, presentado propuestas para cualquier área a la que todavía le haga falta nueva normativa; por ejemplo, estableciendo los niveles de productos o sustancias no autorizadas que deben aplicarse a los productos orgánicos.

“El resultado de la votación refleja ampliamente la posición de los socialistas, que han trabajado juntos y han sido el grupo que ha impulsado esta votación. Vamos a iniciar el trílogo pronto. Nuestro objetivo es avanzar lo antes posible bajo la Presidencia de Luxemburgo”.

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