El Parlamento Europeo ha adoptado, por una abrumadora mayoría, su posición sobre la propuesta de Reglamento relativo a las indicaciones geográficas de vinos, bebidas espirituosas y productos agrícolas. Gracias al Grupo S&D, este Reglamento será recordado como uno de los pocos actos legislativos de este mandato destinados a hacer que la agricultura y el sector agroalimentario sean más competitivos y sostenibles y estén más integrados.
El eurodiputado del Grupo S&D y ponente del Parlamento Europeo, Paolo De Castro, ha declarado:
“La posición del Parlamento no pretende ser revolucionaria, sino más bien reflejar la evolución del sistema de indicaciones geográficas (IG), que por sí solo ya tiene un valor de aproximadamente 80.000 millones € a escala de la UE. Este sistema de IG, mundialmente reconocido como representante de la excelencia del sector agroalimentario de la UE, no solo simboliza nuestro patrimonio económico y social, sino que es también una herramienta fundamental para crear valor sin necesidad de invertir fondos públicos.
Como Parlamento Europeo, independientemente de las divisiones políticas, tenemos el deber de salvaguardar, mejorar y promover este patrimonio.
Por tanto, hemos estado trabajando para introducir algunas mejoras fundamentales de cara a garantizar unos ingresos adecuados a los productores de calidad que contribuyen a la consecución de los objetivos de desarrollo rural.
Concretamente, nuestro trabajo a nivel del Parlamento se ha centrado en cuatro pilares principales: el refuerzo del papel de los grupos de productores, en particular a través del denominado “turismo de indicación geográfica”, una mayor y mejor protección de los productos con IG, la simplificación de la carga administrativa y la aclaración del papel de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO), y una mayor sostenibilidad y transparencia con los consumidores.
Gracias al firme mandato que se ha votado hoy, tenemos la gran oportunidad de llegar a un acuerdo ambicioso con el Consejo sobre un sistema de IG más sólido que realmente satisfaga las necesidades de los productores europeos”.
