Los eurodiputados y las eurodiputadas del Grupo S&D les han pedido hoy a los líderes mundiales que se reúnen este fin de semana en Hangzhou con motivo del G-20 que respeten los compromisos realizados durante el COP 21 (Conferencia de las Partes) de París para luchar contra el cambio climático.
El presidente del Grupo S&D, Gianni Pittella, dijo:
“Estamos preocupadísimos. El acuerdo que se firmó en París el pasado mes de diciembre corre el riesgo de quedarse vacío de contenido. Ninguna de las naciones más importantes en cuanto a las emisiones de CO2 ha ratificado el acuerdo de París.
“Los líderes mundiales deben atenerse a sus compromisos y promesas. El acuerdo de París pretendía cambiar la situación. Este acuerdo no es importante solo para la protección de nuestro planeta; también puede ser un catalizador significativo para impulsar la inversión en la economía de bajo carbono.
“Mantuvimos una reunión clave en Marruecos, en noviembre, para implementar más medidas para luchar contra el cambio climático. Los gobiernos deben actuar para evitar el fiasco”.
La vicepresidenta del Grupo S&D responsable de Desarrollo Sostenible, Kathleen van Brempt, añadió:
“Mientras los gobiernos están encallados, siguen surgiendo noticias alarmantes sobre la situación de nuestro planeta. Según recientes datos científicos internacionales, el 2015 fue el año más caluroso que se ha registrado en la historia y parece que el 2016 lo será incluso más. Eso significa más sequías en todo el planeta, que los glaciares se derritan más rápido, una aumento de los incendios y las inundaciones, y la intensificación de la migración por motivos del clima. Les pedimos a los gobiernos que se atengan a sus compromisos. No hay tiempo que malgastar”.
Notas para los redactores:
Después de intensas negociaciones en París, el pasado mes de diciembre, 196 Estados Parte del Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático acordaron un nuevo acuerdo climático mundial. El nuevo acuerdo incluye un objetivo para limitar la temperatura mundial por debajo de 2ºC en comparación con los niveles pre-industriales, mientras reconoce que hace falta seguir con los esfuerzos para limitar los incrementos de temperatura a 1,5 grados.
Además, el acuerdo incluye un objetivo a largo plazo para alcanzar la neutralidad de las emisiones de gases con efecto invernadero en la segunda mitad del siglo, así como un mecanismo de revisión de cinco años de los compromisos realizados por los Estados. Esta revisión es clave para permitir una mayor ambición en el futuro inmediato, así como para mantener al planeta en el buen camino de cara lograr el objetivo de los 2 grados, ya que los compromisos actuales llevarían a un incremento de la temperatura mundial de 2,7 a 3 grados.
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