Los eurodiputados y las eurodiputadas del Grupo S&D han recibido hoy con agrado las orientaciones fiscales para la eurozona en su conjunto, que ha propuesto la Comisión Europea, y su decisión de no recomendar la suspensión de los fondos estructurales y de inversión de la Unión Europea en España y Portugal.
 
Después de las conversaciones entre el Parlamento Europeo, la Comisión Europea y los ministros nacionales de Finanzas, quedó obvio que la aplicación estricta de la llamada “condicionalidad macroeconómica” a los fondos estructurales sería contraproducente porque los países en cuestión necesitan más, y no menos, inversión pública para reforzar su recuperación.
 
El líder del Grupo S&D Gianni Pittella dijo:

“La Comisión Europea ha experimentado un enorme cambio en términos de enfoque de la política económica, prometiendo una postura fiscal positiva con los Estados miembros. Ya es hora de las inversiones públicas. Es una ruptura radical con el pasado. El reloj de la austeridad está haciendo tictac”.

La vicepresidenta responsable de Políticas Sociales y Económicas, Maria João Rodrigues, dijo:

“La Comisión Europea ha evitado afortunadamente cometer un enorme error. Aumentar las inversiones públicas de buena calidad en España, Portugal y otros países que han sufrido durante la larga crisis va en interés del conjunto de Europa.

“Desde hace varios años, los Socialistas y Demócratas han estado luchando duramente contra la austeridad –esto es, contra los recortes a ciegas del gasto público que han dañado la economía de Europa. La decisión de hoy de no proponer sanciones contra España y Portugal debe considerarse una gran victoria de nuestra familia política. Los países están organizando sus presupuestos; pero también les hace falta suficiente inversión para seguir en esa dirección.

“El sentido común ha prevalecido y eso son buenas noticias”.

La portavoz de Asuntos Económicos y Monetarios del Grupo S&D, la eurodiputada Pervenche Berès, destacó:

“Recibimos con agrado el nuevo enfoque en las recomendaciones del 2017 que dará más margen de inversión a los miembros de la zona euro.

“Después de la Comunicación sobre flexibilidad, adoptada en enero del 2015, este enfoque representa un nuevo avance y una implementación más inteligente de las normas fiscales. Ello nos permitirá una inversión más activa y una política fiscal orientada hacia el crecimiento, y ayudará a mejorar la convergencia dentro de la zona euro. 

“Ésta es la respuesta correcta al actual bajo crecimiento y a la recuperación frágil en Europa, pero no será bastante. Europa necesita una estrategia europea de inversión pública mediante una actualización del llamado plan Juncker, para implementar plenamente las normas relativas a los desequilibrios macroeconómicos, y una capacidad fiscal”.