La Unión Europea pondrá fin pronto a la exportación de los medicamentos que se utilizan para preparar las inyecciones mortales en los países que todavía aplican la pena de muerte. Después de una larga batalla política, el Parlamento Europeo ha dado hoy su aprobación final a nuevas normas que pondrán fin a la exportación, el tránsito, la comercialización y la promoción de productos que podrían usarse en prácticas de tortura y tratamiento inhumano.
La portavoz del Grupo S&D en este tema, la eurodiputada Inmaculada Rodríguez-Piñero, dijo:
“Hemos trabajado junto a otros partidos políticos para garantizar que esta legislación esté en vigor lo antes posible. Habrá una prohibición completa de la exhibición y la venta en ferias de productos que podrían usarse para torturar. También actualizaremos la normativa sobre la prohibición de la publicidad para incluir las ventas en línea de esos productos.
“Otro logro importante es que el tránsito de estos productos prohibidos también estará prohibido. Se mejorarán las normas para prohibir que se ofrezcan formación y conocimientos sobre los productos que estén prohibidos”.
El portavoz de Comercio del Grupo S&D, el eurodiputado David Martin, dijo:
“El comercio no es un fin en sí mismo, sino un instrumento para mejorar la vida de las personas. La Unión Europea puede, y debe, usar su presión comercial para promover los derechos humanos. La legislación que se ha aprobado hoy es un paso más en nuestros esfuerzos para poner fin a la pena de muerte y a la tortura en todos los lugares del mundo. La dignidad humana es un principio esencial de la Unión Europea, tanto como una precondición para convertirse en miembro como un principio orientador de nuestra política exterior”.
El presidente de la comisión de Comercio del Parlamento Europeo, el eurodiputado del Grupo S&D, Bernd Lange, concluyó:
“Esta norma solo ha sido posible gracias a la buena cooperación entre las distintas instituciones. El Parlamento Europeo ha presionado por un enfoque que sea ligeramente más ambicioso y que cubra, entre otras cosas, una prohibición sobre el tránsito y la publicidad de esos productos. El Consejo era inicialmente reacio, pero después de negociaciones difíciles finalmente hemos conseguido este resultado”.
