“A la población de Sudán del Sur le hace falta ayuda humanitaria y que haya paz de inmediato”, dicen los eurodiputados y las eurodiputadas del S&D

El Grupo S&D del Parlamento Europeo ha expresado hoy su preocupación por la situación en la que se encuentra la ayuda humanitaria internacional en Sudán del Sur, subrayando que esa ayuda debe garantizar la seguridad alimentaria a la población de Sudán del Sur y que no se vuelve a los niveles de emergencia o hambruna. A pesar del acuerdo provisional de paz que se firmó la semana pasada, continúa la lucha entre las fuerzas del gobierno y la oposición y hay riesgo de que las mismas se intensifiquen, causando muertes y aterrorizando a los civiles, y creando tensión en una región que ya es de por sí inestable. 

Los eurodiputados y las eurodiputadas del S&D denuncian el proyecto de ley sobre las ONG que planea el gobierno, que restringiría la capacidad de las ONG para distribuir la ayuda humanitaria que tanta falta hace en Sudán del Sur y que volvería más complejas las circunstancias con las que las ONG se enfrentan en el país; una tendencia cada vez más preocupante de acoso e interferencia, dirigida contra los trabajadores humanitarios en Sudán del Sur, así como medidas de fuerza contra la sociedad civil y las libertades democráticas. 
 
El vicepresidente del S&D, Enrique Guerrero Salom, que es el ponente permanente del Parlamento Europeo para ayuda humanitaria, dijo: 

“Le pedimos a la comunidad internacional que se enfoque en la situación humanitaria y celebramos la destacada contribución de la Unión Europea (la tercera contribución entre las aportaciones totales a nivel mundial), mientras reiteramos que la única solución a largo plazo es una solución política, especialmente en momentos de restricciones presupuestarias. En este sentido, apoyamos los esfuerzos de la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo y de la Unión Africana para promover un diálogo de inclusión orientado hacia la paz y la reconciliación.

“La población de Sudán del Sur debe tener acceso sin restricciones a los servicios básicos (agua, asistencia sanitaria, alimentos, etc.) en todas las regiones. Debe prestarse particularmente atención a la protección de las mujeres, que son regularmente víctimas de violaciones y violencia, y de los niños, que se reclutan cada vez más como soldados, y también garantizar el recibimiento seguro de los refugiados en las fronteras”.