A la luz de los próximos debates, esta misma tarde, en la sesión plenaria del Parlamento Europeo, sobre la situación de los migrantes en Libia, la vicepresidenta del Grupo S&D, la eurodiputada Elena Valenciano, afirmó:

“Miles de personas afrontan condiciones lamentables en Libia, siendo el único motivo que se trata de inmigrantes que solo aspiran a tener una vida mejor y digna. Debemos dedicar más esfuerzos a la protección de estas personas y sus derechos. Europa no tendrá éxito solo con la protección de sus fronteras o solamente intentando frenar los flujos. 

“Ante la situación actual en Libia, que es sumamente compleja, nos hace falta más transparencia en relación con lo que hacemos allí y con quién lo hacemos. A corto plazo, necesitamos que los retornos voluntarios a los países de origen se vean acompañados de los recursos que hacen falta para apoyar su reintegración, y los Estados miembros deben aumentar sus esfuerzos para reubicar a un número sustancial de refugiados procedentes de África. A largo plazo, solamente una auténtica asociación y la apertura de nuevas vías para los migrantes, que sean seguras y legales, aportarán la gestión sostenible y necesaria desde todas las partes ante este fenómeno humano, tanto en países africanos como europeos”.  

 

El eurodiputado del Grupo S&D Antonio Panzeri, que es presidente de la subcomisión de Derechos Humanos y ponente del Parlamento Europeo sobre Libia, afirmó:

“La situación dramática, grave y persistente que Libia afronta en la actualidad se ve exacerbada por la horrenda violación de los derechos humanos de los migrantes en los centros de detención de Libia. Los eurodiputados y las eurodiputadas del Grupo S&D condenan firmemente todas estas violaciones graves de los derechos humanos. La Unión Europea debe aumentar su compromiso para lograr una estabilización de Libia a largo plazo, en el contexto del proceso político que facilita la Organización de las Naciones Unidas, e invertir más en África para luchar realmente contra las causas de raíz de la migración. Es esencial abrir un debate franco sobre la actual política migratoria e implementar una verdadera supervisión de la gestión de los derechos humanos, con la plena participación de todos los actores clave, como la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), las Naciones Unidas y la Unión Africana”.