El Parlamento Europeo ha apoyado hoy una ambiciosa reforma de cómo se financia la Unión Europea. La Cámara ha votado dos informes conjuntos: uno sobre la visión del Parlamento en relación con el próximo Marco Financiero Plurianual (MFP) y otro en el que pide más medios para recaudar recursos propios reales para el presupuesto de la Unión Europea, en lugar de depender de las contribuciones anuales de los Estados miembros.
La vicepresidenta del Grupo S&D, la eurodiputada Isabelle Thomas, que es co-autora del informe del Parlamento Europeo sobre el próximo MFP; afirmó:
“Para cumplir todos los desafíos que afronta, del paro juvenil a la falta de inversión, el cambio climático y la migración y otros nuevos e inesperados, la Unión Europea necesita un presupuesto que sea más fuerte y flexible. En respuesta a estos retos y a la salida del Reino Unido, el Parlamento Europeo ha votado hoy a favor de un presupuesto europeo ambicioso después de 2020, incluyendo una propuesta para incrementarlo hasta el 1,3% de la renta nacional bruta de la Unión Europea de 27 Estados. Sobre todo, consagra un principio esencial: no puede haber una política europea nueva sin medios adicionales para desarrollarla.
“Para lograrlo, el Parlamento pide una reforma del sistema financiero de la Unión Europea. El presupuesto ya no puede basarse principalmente en las contribuciones de los Estados miembros. Este sistema de financiación significa, en la práctica, una reducción del presupuesto año tras año. Deben introducirse nuevos recursos propios como el Impuesto a las Transacciones Financieras, un impuesto a las multinacionales y un mecanismo de ajuste para el carbón en las fronteras de la Unión Europea. Dado que se necesita su consentimiento para adoptar el próximo MFP, el Parlamento Europeo se compromete a una cosa: no aprobará ningún acuerdo hasta que se hayan incluido nuevos recursos propios como ingresos del presupuesto europeo.
“Esta votación crucial para el futuro de Europa era el momento de la verdad para los pro-europeos. Hoy, Guy Verhofstadt y parte del Grupo ALDE (Alianza de los Demócratas y los Liberales por Europa, por sus siglas en inglés), incluyendo al presidente de la comisión de Presupuesto, Jean Arthuis, han decidido sorprendentemente abstenerse por meras razones políticas baratas e internas. El Grupo S&D señala y avergüenza ante este comportamiento inaceptable: no se puede afirmar que se es pro-europeo y después abstenerse en una visión ambiciosa y pro-europea del próximo MFP. A pesar de esta sorprendente decisión, estamos encantados de que el informe haya sido aprobado por una amplia mayoría”.
La portavoz del informe de recursos propios del Grupo S&D, Daniele Viotti, añadió:
“El Grupo S&D no votará a favor de un nuevo presupuesto de la Unión Europea a largo plazo si no se revisa radicalmente cómo se financia. Debemos descartar los actuales descuentos, empezando por la corrección del Reino Unido, así como las compensaciones, y sustituirlas por un sistema que sea transparente y justo para todos los Estados miembros. También debemos encontrar nuevas formas para financiar el presupuesto de la Unión Europea, aliviar la presión sobre las finanzas de los Estados miembros, compensar la próxima brecha del Brexit y garantizar que el presupuesto de la Unión Europea está financiado de forma equitativa y sostenible. Se conseguiría aumentando la cantidad que se obtiene con recursos propios. Queremos que una parte total de las contribuciones de los Estados miembros se reduzca a un nivel máximo del 40 %, en lugar del actual 69%. Los recursos propios podrían proceder de ingresos que se recauden con un impuesto a las empresas multinacionales, yendo también al sector digital, un impuesto a las transacciones financieras y una fiscalidad ecológica, como los ingresos procedentes del Régimen de Comercio de Derechos de Emisión contra el cambio climático”.
Eider Gardiazábal Rubial, portavoz del Grupo S&D para el Presupuesto de la Unión Europea, afirmó:
“En la actualidad, Europa no está ofreciendo suficientes resultados a sus ciudadanos y ciudadanas. Los gobiernos nacionales le están pidiendo a la Unión Europea que haga más y más tareas, pero también se niegan a darle más medios para llevarlas a cabo. Eso crea una brecha entre las expectativas y la realidad, llevando a frustración con la Unión Europea. No tiene por qué ser así. Estamos pidiendo un presupuesto de la Unión Europea que esté bien financiado y que se enfoque en las cosas que los ciudadanos y las ciudadanas quieren y que aborde los principales temas que afronta el planeta. Estamos pidiendo que Europa esté en primera línea en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas para ayudar a acabar con la pobreza, abordar el cambio climático y promover la igualdad de género”.
