Antes de la cumbre de dos días del G20, que empieza mañana en Hamburgo, los Socialistas y Demócratas les piden a los líderes que ofrezcan resultados en retos mundiales como el desarrollo sostenible, el cambio climático, el comercio internacional leal, la gestión de la migración, la capacitación de las mujeres y la creación de empleos de calidad, en línea con el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo de las Naciones Unidas.  

 

Que haya justicia fiscal es una prioridad clave del Grupo S&D y debe ser un pilar fundamental de cualquier estrategia global que aborde los retos mundiales. La Unión Europea debe presionar por un registro de activos a nivel mundial, un registro mundial de propiedad efectiva y un esfuerzo coordinado para acabar con los paraísos fiscales y castigar a los que ocultan allí su riqueza.

 

Jeppe Kofod, eurodiputado del Grupo S&D y vicepresidente de Globalización, afirmó:

 

“La globalización no regulada ha generado una riqueza enorme para las corporaciones multinacionales y para algunas personas, pero les ha fallado a demasiados trabajadores y trabajadoras comunes y a sus familias. Las ocho personas más ricas del mundo son más ricas que la mitad de la población mundial, mientras que los trabajadores comunes afrontan a menudo competencia desleal y los salarios de las familias de clase media se estancan. El escándalo del fraude fiscal y la evasión fiscal agrava esta situación incluso más. Ya es hora de que los beneficios de la globalización se compartan más ampliamente y de forma más equitativa, para abordar esta creciente desigualdad.

 

“Les pedimos a los líderes del G20 que ofrezcan resultados en justicia fiscal a nivel mundial. El fraude fiscal engaña a los países y a los ciudadanos europeos y les deja sin el dinero que les hace falta para ofrecer a nuestros hijos e hijas una buena educación y cuidar a nuestros ciudadanos mayores. La Unión Europea debe presionar para que los activos mundiales se registren con la finalidad de facilitar el seguimiento y la recuperación de los activos que son fiscalizables; por un registro mundial de la propiedad efectiva para que se pueda descubrir el fraude fiscal; y por un esfuerzo coordinado para acabar con los paraísos fiscales.


“En un momento en el que otros están dejando de involucrarse en el mundo, se pide a la Unión Europea que asuma un liderazgo mundial para defender la democracia y los derechos humanos, incrementar la lucha contra el cambio climático y la pobreza, garantizar que el comercio no solo es libre, sino también justo, y que la globalización se aprovecha finalmente en beneficio de todos. Garantizar la justicia fiscal mundial no es solo un imperativo moral, también es un pilar esencial de cualquier estrategia global dirigida a resolver la variedad de retos que afrontan el G20 y el mundo entero”.