Después del escándalo de las emisiones de Volkswagen, que estalló en el 2015, los eurodiputados y las eurodiputadas han sabido que la Unión Europea no tomó medidas en relación con las informaciones que afirmaban que las autoridades de los Estados Unidos estaban multando a los fabricantes de vehículos por usar aparatos fraudulentos de control de las emisiones, ya desde 1998.

En la primera audiencia de la investigación del Parlamento Europeo sobre el escándalo de las pruebas de emisiones, la Comisión Europea también ha admitido que el marco jurídico en vigor no bastaba para identificar los aparatos ilegales ni perseguir a los responsables de su utilización.

La audiencia se produce cuando salen a la luz nuevas informaciones de la mala conducta de los fabricantes de motores que apuntan que Mitsubishi falsificó los datos de ahorro de combustible de más de 600.000 vehículos vendidos en Japón: los empleados falsificaron los datos de la presión de los neumáticos para favorecer el índice de kilometraje.

El eurodiputado Seb Dance, portavoz de Grupo de los Socialistas y Demócratas en la comisión de investigación sobre el escándalo de las emisiones de los automóviles, dijo:

“Es increíble que las autoridades conocieran la existencia de estos aparatos desde 1998. Han hecho falta 17 años y un escándalo monumental para que se adopte alguna medida; incluso para que las alarmas empezaran a saltar.

“La Comisión Europea sabía que el marco jurídico en vigor era insuficiente para eliminar de raíz esos aparatos engañosos y perseguir a los responsables de su uso; pero desde hace demasiado tiempo se ha mantenido a los consumidores sumidos en la ignorancia, y se ha engañado a los legisladores que tienen que confiar en los hechos para conseguir que las políticas sean aptas para cumplir su objetivo. 

“Es esencial que esta investigación llegue al fondo de este escándalo, recupere la confianza en la industria del automóvil, genere medidas europeas efectivas de modo generalizado, y garantice que tomamos el control de la crisis de la contaminación atmosférica, que se estima que causa 430.000 muertes prematuras en Europa cada año”.