“El comercio no es una licencia para matar”, dicen Gianni Pittella, Marie Arena y David Martin

El Parlamento Europeo, la Comisión Europea y los 28 Estados miembros representados en el Consejo –las llamadas negociaciones del trílogo– están negociando actualmente una norma para excluir a los minerales procedentes de zonas de conflicto del mercado de la Unión Europea. Los Socialistas y Demócratas han liderado la lucha para tener un sistema de obligado cumplimiento.
 
Hoy, en la primera reunión con el Consejo Europeo, la negociadora del Parlamento Europeo, la eurodiputada del Grupo S&D Marie Arena, ha presionado por una Regulación; pero se ha encontrado con la firme oposición del Consejo, que rechaza una norma obligatoria y está a favor de un sistema voluntario.

El líder del Grupo S&D del Parlamento Europeo, Gianni Pittella, dijo:

“La extracción y el comercio de minerales procedentes de zonas de conflicto está alimentando guerras y causando un sufrimiento inenarrable en muchas regiones del mundo. He visto sus consecuencias dramáticas en la República Democrática del Congo.

“Como Socialistas y Demócratas, tuvimos un papel determinante para influir en la posición del Parlamento Europeo: no queremos ser cómplices de un desastre humanitario en nombre de intereses comerciales.

“Les pedimos a todos los Estados miembros que adopten un enfoque responsable en relación con este tema para demostrar que la dignidad humana siempre va por delante de los beneficios”.

La negociadora del Parlamento Europeo y eurodiputada del Grupo S&D, Marie Arena, dijo:

“La posición del Parlamento Europeo es clara. Queremos un comercio que sea justo y responsable. Por eso defendemos una regulación de obligado cumplimiento que se aplicará no solo a las materias primas, sino también a los productos manufacturados que consumimos en Europa.

“Pero el Consejo Europeo todavía está muy lejos de nuestra posición en este asunto, porque propone un sistema voluntario que solo se aplica a las empresas que importan minerales y metales. Esta posición incluso se queda corta en relación con lo que la Comisión Europea propuso. Eso significa que una regulación de este tipo solo ayudaría a Europa a sentirse mejor consigo misma en lugar de tener un impacto real sobre el terreno o cambiar el comportamiento de las empresas.

“Si el Consejo no cambia su posición en estos dos aspectos, en nuestra opinión, este trílogo no será capaz de ofrecer resultados”.

El portavoz de Comercio Internacional del Grupo S&D, el eurodiputado David Martin, dijo:

“Con este proyecto legislativo tenemos la ocasión de corregir los errores del pasado e introducir un sistema efectivo y obligatorio que marcará realmente la diferencia en el terreno.

“Sabemos que los sistemas voluntarios no han funcionado y les pedimos a los gobiernos nacionales que asuman sus responsabilidades y pongan en práctica el compromiso de la Unión Europea con los minerales procedentes de zonas donde no haya conflictos”.