Una decisión judicial de ayer condena a Alaa Abdel Fattah, un destacado activista que jugó un papel destacado en la revolución del 2011, y a otros activistas a una pena de quince años de cárcel por violar la polémica ley de manifestaciones del país, lo que supone otro capítulo alarmante de la complicada transición de Egipto a la democracia.
El presidente del Grupo S&D, Hannes Swoboda, dijo:
“Este veredicto, que se basa en una norma legislativa muy polémica que se aprobó en un procedimiento al que le faltaron los requisitos básicos de un juicio justo y ha demostrado de nuevo que a Egipto le falta mucho camino que recorrer para crear una democracia profunda y sostenible.
“Abdel Fattah ha estado en prisión o ha sido investigado por Hosni Mubarak y todos los demás jefes de Estado desde la revolución del 2011. Otros destacados activistas, incluyendo a Mohamed Adel, Ahmed Douma, Mahienour El-Massry y Ahmed Maher, siguen estando en prisión. Todos ellos deben ser libres de poder contribuir a la creación de un nuevo Egipto.
“Este veredicto llega solo tres días después de que el nuevo presidente de Egipto jurara su cargo. El Grupo S&D ha pedido en repetidas ocasiones que se ponga fin inmediatamente a todos los actos de violencia, acoso e intimidación contra activistas pacíficos, sindicalistas y periodistas, y que se acabe con la politización de los casos judiciales en el país.
“Esperamos que el nuevo presidente y el gobierno actúen sin demora para poner en libertad a todos los presos políticos detenidos, que enmienden la legislación sobre libertades fundamentales y que se aseguren de que todos los procedimientos judiciales respetan el principio de un juicio justo”.
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