Creemos que la Unión Europea debe mantenerse unida en su visión, comprometida con el multilateralismo y centrada en la cooperación internacional. Debemos trabajar por un mayor diálogo y una mayor comprensión entre las potencias mundiales, especialmente entre la Unión Europea, Estados Unidos, Rusia, China, los países árabes e Irán, con la finalidad de encontrar soluciones que permitan resolver el conflicto y traer estabilidad a Oriente Medio y el resto del mundo.
Creemos que hace falta un enfoque más constructivo respecto a África, que se base en una estrategia específica y a largo plazo. La Unión Europea necesita una visión a futuro, trabajando con nuestros socios africanos, de cara a lograr juntos que África y Europa tengan paz y estabilidad. Debemos reconocer que la seguridad y la prosperidad de Europa dependen de la de nuestros socios africanos.
El Grupo S&D apoya un Servicio Europeo de Acción Exterior que sea robusto y ambicioso y que respalde el trabajo de la alta representante de Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la Unión Europea, promoviendo la coherencia y la coordinación de todas las acciones exteriores de Europa, y entre las instituciones y los Estados miembros de la Unión Europea.
El Grupo S&D cree que es esencial tener una visión estratégica e integral de los acontecimientos mundiales de forma que Europa esté lista para reaccionar mucho más proactivamente, y más rápidamente, ante los hechos actuales. Los principios centrales del Servicio Europeo de Acción Exterior deben ser una participación proactiva, liderazgo estratégico y coordinación política.
Mantener la puerta abierta a sus vecinos le da a la Unión Europea más influencia política y visibilidad y, al mismo tiempo, mejora la estabilidad económica, social y política en el vecindario de Europa. La Unión Europea debe ser coherente, reconocer los avances que se han conseguido y cumplir sus compromisos con los países candidatos. Por otra parte, estos países deben cumplir todas sus obligaciones y los criterios de Copenhague para tener una perspectiva real de unirse a la Unión Europea. Todos los países candidatos a la Unión Europea deben ser juzgados por sus propios méritos.
El Grupo S&D apoya firmemente la integración europea y el futuro europeo de los países de los Balcanes Occidentales. Creemos firmemente que la política de ampliación de la Unión Europea refuerza la estabilidad y la democracia en la región y queremos que esta política importante y exitosa prosiga. Todos los países candidatos deben seguir centrados plenamente en implementar reformas reales, particularmente en las áreas del imperio de la ley, la independencia judicial, la libertad de expresión y la lucha contra la corrupción.
Turquía es un socio importante y queremos que se comprometa con Europa, la democracia y el imperio de la ley. Pero desde el golpe militar fallido, el presidente Erdoğan ha utilizado una represión desproporcionada e injustificada contra los ciudadanos y las ciudadanas turcos, y ha llevado la democracia de Turquía hacia un sistema más autoritario. La situación se ha deteriorado todavía más con los nuevos y amplios poderes del presidente recogidos en la nueva Constitución. El Grupo S&D siempre ha sido un fiero defensor del proceso de adhesión de Turquía. Sin embargo, está claro que el paquete de reforma constitucional no está en línea con los criterios de ingreso en la Unión Europea. Mientras Erdoğan siga debilitando la democracia y el imperio de la ley, las negociaciones para que Turquía forme parte de la Unión Europea deben suspenderse. Seguiremos apoyando a los que luchan por la democracia y los derechos fundamentales en Turquía.
Europa debe seguir interesándose activamente en promover la democracia y la estabilidad en su vecindario, especialmente cuando podamos ayudar a resolver conflictos y llevar paz y prosperidad a nuestros amigos.
El conflicto actual en Ucrania es muy preocupante para la región y potencialmente peligroso para la seguridad europea. Todas las partes del conflicto deben darse cuenta de que solo una solución diplomática puede traer una paz duradera. El acuerdo de paz de Minsk es probablemente la única esperanza que tenemos de alcanzar un acuerdo global y duradero que se base en el respeto de la integridad territorial ucraniana y en el reconocimiento de los interese legítimos de las comunidades ruso-parlantes en las regiones orientales de Ucrania. Será crucial seguir insistiendo en la aplicación del acuerdo y supervisar la situación efectivamente. Europa debe afirmar con claridad y firmeza que no se reconocerán los resultados de la agresión militar. La sanciones económicas se mantendrán, e incluso pueden incrementarse, si no se respeta plenamente el acuerdo de Minsk. No se reconocerá la anexión ilegal de Crimea. La decisión sobre si se aplican nuevas sanciones al pueblo ruso y su economía está en manos de Putin.
Ha llegado el momento de que Europa desempeñe un papel político más firme internacionalmente, en particular en Oriente Medio y el norte de África, y el Grupo S&D lanzó la campaña #EUWakeUp (“Despierta Unión Europea”) para pedir más medidas. La Unión Europea debe apoyar a sus aliados, a nivel regional e internacional, de cara a gestionar la crisis humanitaria sin precedentes en la región, resolver algunos de los conflictos que hay pendientes desde hace mucho y luchar para desenraizar la ideología degradada de Daesh (el llamado Estado Islámico o EI).
La Unión Europea debe desempeñar un papel político real en el proceso de paz de Oriente Medio. Puede, y debe, encontrarse una solución pacífica e integral para resolver el conflicto entre Israel y Palestina y el conflicto árabe-israelí, en general. El Grupo S&D apoya la solución de dos Estados con el Estado de Israel y una Palestina independiente, contigua y viable, viviendo lado a lado, en paz y con seguridad, con las fronteras de 1967, y siendo Jerusalén la capital de ambos Estados. Israel tiene derecho a existir dentro de fronteras seguras y los palestinos tienen derecho a la autodeterminación y a tener un Estado propio. La construcción de asentamientos israelíes en Cisjordania y Jerusalén Oriental, así como los actos de terrorismo y violencia contra ciudadanos inocentes son totalmente inaceptables. Pedimos una participación seria de ambas partes para reanudar negociaciones de paz que sean creíbles y lleven a resultados tangibles.
El Daesh es una amenaza grave y cruel para Oriente Medio y el resto del mundo y debemos trabajar juntos para contrarrestar su propaganda y proteger a miles de personas que están en peligro. Hace falta una estrategia global de la Unión Europea para la región, y ayuda y asistencia inmediatas y adicionales. Los eurodiputados y las eurodiputadas del Grupo S&D apoyan los esfuerzos internacionales para derrotar al Daesh, incluidos los medios militares, si hace falta, en línea con la legislación internacional, y hay que promover que se comparta la inteligencia. Nos hacen falta medidas serias para abordar el tema de los combatientes extranjeros y los factores políticos y socioeconómicos que han permitido la propagación del terrorismo. El diálogo regional es esencial, incluyendo a Irán y Arabia Saudí. Reiniciar el diálogo entre Estados Unidos y Rusia sobre Siria podría reducir las tensiones y situar el foco en temas de mutuo acuerdo, como poner fin al inmenso sufrimiento humano y encontrar una solución política que respete los derechos de todos los grupos étnicos y religiosos. Obviamente, lograr una solución pacífica para Siria también es clave para gestionar la crisis de los refugiados.
La situación política en Irán es un asunto sobre el que la Unión Europea debe pronunciarse con más firmeza. Hemos apoyado sistemáticamente el diálogo con Irán para distender las tensiones y resolver los desacuerdos, aspirando a una normalización paulatina de las relaciones. Apoyamos plenamente el deseo del pueblo iraní de involucrarse de nuevo en el mundo y mejorar su situación económica. El acuerdo nuclear, con el cual Irán acordó limitar sus actividades nucleares conflictivas, y el regreso de los inversores internacionales a Irán han reforzado la tendencia hacia una mayor apertura al mundo, incluyendo a la Unión Europea.
La región del Magreb ha sido el centro de cambios históricos desde 2010, embarcándose en un largo proceso de cambio y reforma. El Grupo S&D se interesa mucho por su trabajo en la democratización y la modernización. Túnez es el ejemplo más prometedor de la consolidación democrática, después de la Primavera Árabe, y queremos fomentar el diálogo social, el respeto de los derechos humanos y una ciudadanía europea activa. Hace falta una cooperación más fuerte con los países del norte de África para abordar los desafíos comunes que afrontan la región y Europa: migración, crisis de refugiados, evitar la radicalización y el terrorismo; pero también la integración regional y los esfuerzos diplomáticos internacionales para crear un gobierno de unidad nacional en Libia.
Tanto la Unión Europea como África pueden beneficiarse enormemente de un asociación entre la Unión Europea y el continente africano y el Grupo S&D está comprometido con el desarrollo y la estabilidad política de África, como parte de la agenda de desarrollo mundial post-2015 y también después.
Apoyamos los esfuerzos de las Naciones Unidas de abordar las causas de raíz de la migración: mejorar la situación económica y social de la gente, reforzar la democracia y el imperio de ley, y facilitar oportunidades de educación y empleo. Debemos mejorar la cooperación al desarrollo y la resolución de conflictos, y promover un crecimiento económico que sea sostenible y de inclusión para garantizar que la gente tiene una oportunidad real de llevar una vida mejor en su tierra natal. Una cooperación más estrecha con los países africanos es esencial si queremos abordar el extremismo, con el foco en el desarrollo económico y social, así como en la seguridad. Estamos profundamente comprometidos en debates y diálogo sobre temas políticos y sociales africanos, tanto en el Parlamento Europeo como en la Asamblea Parlamentaria Mixta ACP (África, Caribe, Pacífico) – Unión Europea y participamos regularmente en labores de supervisión electoral en la región.
Hablamos claramente sobre la necesidad de garantizar una financiación apropiada de nuestras asociaciones y programas de desarrollo trabajando con países africanos. Estamos particularmente comprometidos con el acceso a la educación de todos los niños y niñas, especialmente en las áreas de conflicto, y fomentamos debates abiertos y francos con nuestros socios sobre el respeto de los derechos humanos universales.
También seguimos presionando para incluir cláusulas favorables al desarrollo en los acuerdos de asociación económica, especialmente sobre desarrollo sostenible. Hemos dejado muy claro que las mejoras en las relaciones entre la Unión Europea y otros países deben vincularse al cumplimiento de todas sus obligaciones de la legislación internacional, particularmente en relación con los derechos humanos. Los eurodiputados y las eurodiputadas del Grupo S&D están pidiéndole a la Comisión Europea que proponga una verdadera estrategia europea a largo plazo sobre una asociación con África para poner en práctica estos valores.
Boko Haram se ha convertido en una amenaza mundial, poniendo en peligro a toda la región, incluyendo a Nigeria, Camerún, Chad y Níger. Han asesinado a miles de personas, más de 1,5 millones de personas se han visto desplazadas, han destruido familias y han abusado sexualmente de mujeres y niñas. Los líderes políticos deben darse cuenta de que la lucha contra Boko Haram exige el mismo compromiso que la lucha contra el Daesh. Trabajando junto a otros países, la alta representante de Asuntos Exteriores de la Unión Europea y los Estados miembros también pueden jugar un papel clave de mediación para lograr soluciones pacíficas. En Mali, por ejemplo, el gobierno y los grupos rebeldes armados alcanzaron un acuerdo de paz en 2015, después de meses de duras negociaciones. A pesar de las demoras y la resistencia, este acuerdo de paz fue un éxito para todo el pueblo de Mali. La lucha contra el fundamentalismo requiere una diplomacia efectiva y una estrategia común y duradera por parte de la comunidad internacional y de los países africanos vecinos.
Pocas regiones del mundo tienen tanto en común con Europa como América Latina. Los eurodiputados y las eurodiputadas del Grupo S&D comprenden el entorno político plural, diverso y cambiante de América Latina, con sus continuos retos, y queremos trabajar allí junto a la sociedad civil. Seguimos comprometidos con un diálogo ambicioso y constructivo para crear alianzas estratégicas más profundas con América Latina. Nuestro objetivo es promover la cohesión social y abordar la desigualdad, apoyar la democratización y los derechos humanos y fomentar el desarrollo sostenible, la protección medioambiental y la cooperación regional.
Por lo tanto, hemos presionado sistemáticamente para incluir normas obligatorias sobre aspectos sociales, laborales y medioambientales en las negociaciones comerciales. Los eurodiputados y las eurodiputadas del Grupo S&D lucharon con éxito para garantizar que el acuerdo de libre comercio con Colombia y Perú también incluya una hoja de ruta para mejorar los derechos humanos y la normativa laboral. Apoyamos las negociaciones en curso para lograr un acuerdo con México que sea ambicioso, equilibrado y exhaustivo, asegurándonos de que ambas partes se benefician plenamente
