Los proyectos de combustibles fósiles, como los gasoductos, ya no podrán optar a financiación de fondos de la Unión Europea, como resultado del trabajo de los Socialistas y Demócratas en la comisión de Industria, Investigación y Energía del Parlamento Europeo. Los miembros del S&D del Parlamento Europeo han incluido esta disposición en el informe parlamentario que revisa el Reglamento de 2013 sobre las redes transeuropeas de energía (RTE-E). El objetivo de este Reglamento es establecer las normas de la Unión Europea para las infraestructuras energéticas transfronterizas y determinar el proceso de selección de los proyectos que sean de interés común.

Los proyectos energéticos que soliciten financiación de la Unión Europea deben demostrar su eficiencia energética como criterio principal en el proceso de evaluación de su elegibilidad para recibir financiación de la Unión Europea. El principio rector del trabajo de los Socialistas y Demócratas es, y sigue siendo, allanar el camino con medidas, y no solo con palabras, a un sistema energético que sea neutro en carbono. Para ello, han insistido en disponer de un plan decenal mejorado de desarrollo de redes y que se base en la ciencia.

Erik Bergkvist, eurodiputado sueco y negociador del Grupo S&D sobre la revisión del Reglamento RTE-E, dijo:

“Después de largas y duras negociaciones, estoy seguro de que esta revisión del RTE-E nos ayudará a alcanzar nuestros ambiciosos objetivos climáticos. Nuestro principal objetivo ha sido no dejar cabos sueltos en lo que respecta a la energía fósil, preferiblemente deteniendo todo directamente y, si no fuera posible, disponer de una fecha clara para las soluciones de transición. Lo logramos en ambos casos. En general, es un gran paso en el camino hacia más energías renovables en toda la Unión Europea”.

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