El Parlamento Europeo ha aprobado hoy su informe de situación sobre Turquía. Redactado por el eurodiputado del Grupo S&D Nacho Sánchez Amor, el informe subraya que las tensiones han vuelto a incrementarse, pese a que se han producido algunas mejoras en los contactos de alto nivel entre la Unión Europea y Turquía en el último periodo. Está claro que Ankara no tiene la voluntad política de poner freno al continuo retroceso en materia de democracia y derechos humanos, como demuestra la reciente condena a cadena perpetua del activista Osman Kavala.
El Grupo S&D insta a Ankara a poner fin a su deriva autoritaria y dejar de complacer a Rusia. En cambio, Turquía debe apoyar la ampliación de la OTAN a Finlandia y Suecia, y alinearse con las sanciones de la Unión Europea contra el Kremlin, en respuesta a la guerra rusa en Ucrania.
La Unión Europea no puede contemplar la reanudación de las negociaciones de adhesión con Turquía, que están paralizadas desde 2018, sin un avance significativo en cuanto a la actual situación desastrosa de las libertades y el Estado de derecho en Turquía, según advierte el informe aprobado el martes.
El eurodiputado del Grupo S&D Nacho Sánchez Amor, ponente del Parlamento Europeo para Turquía, dijo:
“Lo que vemos en Turquía es una regresión deliberada, que erosiona las libertades fundamentales y el Estado de derecho en un país que en su día fue una democracia inspiradora. En la actualidad, la espiral autoritaria parece no tener fin, llevándose por delante las esperanzas democráticas de varias generaciones de turcas y turcos. Personalmente, no creo que el proceso de adhesión pueda sobrevivir cinco años más sin que cambie esa tendencia.
“Se ha recibido con agrado el intento de Turquía de mediar en la guerra de Ucrania, aunque haya fracasado. Pero Turquía debe entender que ese papel no comprará nuestro silencio ante una nueva represión de los valores democráticos. Además, Turquía no sólo se ha negado a unirse a las sanciones de la Unión Europea contra Rusia, sino que también está invitando a los cleptócratas del Kremlin a disfrutar de la costa turca –y traer sus inversiones–, está emitiendo tarjetas de crédito a miles de ciudadanos rusos e incrementado los vuelos a Rusia. Visto en conjunto, parece una forma para eludir las sanciones.
“Si la guerra de Ucrania marca la división entre las democracias y los sistemas autoritarios, es obvio que Turquía no está con nosotros, dado que el modelo de sociedad que el presidente Erdoğan ofrece a su pueblo es en realidad el ruso. Y la irresponsable amenaza de Turquía de vetar la adhesión de Suecia y Finlandia a la OTAN es un anhelado regalo político para el Kremlin, que siempre busca divisiones entre los aliados. Actuando así, Turquía está desperdiciando el potencial de su papel geopolítico, reforzando su mala imagen y profundizando su aislamiento”.
