Los eurodiputados y las eurodiputadas del Grupo S&D están decepcionados con la revisión de la normativa europea sobre la protección de los trabajadores y las trabajadoras frente al amianto que ha propuesto hoy la Comisión Europea. No se debe perder tiempo ni escatimar esfuerzos para limitar la exposición de los trabajadores y las trabajadoras a esta sustancia altamente peligrosa, que es la principal causa de los cánceres relacionados con el trabajo en Europa*. Se trata claramente de una oportunidad perdida en cuanto a demostrar el compromiso con la visión de que no haya muertes relacionadas con el trabajo.

Hemos pedido una revisión rigurosa de la Directiva sobre el amianto con la finalidad de garantizar una protección adecuada frente a los cánceres relacionados con el trabajo. Ello requiere límites de exposición más estrictos, que se fijen en 0,001 fibras/cm3 (1.000 fibras/m3), tal y como pedimos en la Resolución del Parlamento Europeo que se aprobó en octubre del año pasado. Las propuestas de hoy no llegan a dicho objetivo.

Las promesas de la Comisión Europea sobre una estrategia europea más extensa respecto a la protección contra el amianto, que no se limite solamente al lugar de trabajo, tienen un aspecto positivo. Los eurodiputados y las eurodiputadas del Grupo S&D, que han pedido reiteradamente una estrategia europea global sobre el amianto, esperan que estas promesas se traduzcan en acciones concretas y con carácter vinculante sin más demora.

La eurodiputada Agnes Jongerius, portavoz de Empleo del Grupo S&D, dijo:

“La exposición al amianto es la primera causa de cánceres relacionados con el trabajo en Europa. La investigación es clara: no existen niveles seguros de exposición al amianto. Aunque el amianto está prohibido en la Unión Europea desde 2005, e incluso antes de esa fecha en muchos Estados miembros, el 80% de los cánceres relacionados con el trabajo que se reconocen en la Unión están relacionados con esta sustancia. Con las propuestas de hoy no resolveremos este problema.

“Necesitamos un límite de exposición más estricto y medidas de protección en caso de exposición, exámenes obligatorios de los edificios antes de su venta o alquiler, registros públicos de amianto, así como la prohibición de encapsular y sellar el amianto detectado. Los trabajadores y las trabajadoras que ya han enfermado a causa del amianto deben tener acceso a un diagnóstico precoz, tratamiento, rehabilitación e indemnización. Nos hace falta una estrategia europea convincente y completa en sinergia con otros proyectos de referencia, como la Ola de Renovación prevista por el Pacto Verde.

“La salud y la seguridad en el trabajo han sido siempre una de nuestras principales prioridades. Disponer de normas europeas estrictas en relación con el amianto es una parte fundamental de este esfuerzo. Además, se requiere una acción más fuerte contra el amianto a nivel internacional. Aproximadamente unas 250.000 personas mueren cada año en todo el mundo debido a la exposición al amianto. Nuestro objetivo final es una prohibición internacional. Solo un mundo sin amianto es un mundo seguro”.

 

Nota para los redactores/as:

Más de la mitad de las muertes laborales anuales que se registran en la Unión Europea pueden atribuirse a cánceres relacionados con el trabajo y el 80% de ellos están relacionados con el amianto. Se ha observado un mayor riesgo de cáncer incluso en personas que están expuestas a niveles muy bajos de amianto o por exposición ajena. Se calcula que el coste del cáncer laboral en la Unión Europea oscila entre 270.000 y 610.000 millones de euros al año, lo cual equivale a entre el 1,8% y el 4,1% del PIB (Producto Interior Bruto).

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Coordinadora
Los Países Bajos
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