Los Socialistas y Demócratas del Parlamento Europeo han enviado un enérgico mensaje a la Comisión Europea y los representantes de los Estados miembros en el Consejo pidiendo una profunda reconsideración del sistema de recursos propios del presupuesto de la UE. El Grupo S&D ha liderado en el Pleno del PE la mayoría que ha adoptado el informe de la comisión parlamentaria de Presupuestos: “Recursos propios: un nuevo comienzo para las finanzas de la Unión; un nuevo comienzo para Europa”. Esta reforma del sistema de recursos propios debería incluir: la introducción del impuesto sobre las transacciones financieras (ITF), que está bloqueado en el Consejo desde hace más de una década; un impuesto a los “superricos”; una ampliación de los impuestos sobre beneficios extraordinarios de la UE a todos los sectores que hayan sacado rédito a las crisis mundiales, y no solo para las empresas energéticas; y un impuesto mínimo sobre las plusvalías de la UE.
Eider Gardiazabal Rubial, portavoz del Grupo S&D en la comisión de Presupuestos del PE y negociadora sobre el asunto de los recursos propios, ha declarado:
“En una Europa en la que las familias y las pequeñas tiendas de barrio tienen que pagar sus impuestos, no podemos dejar que las grandes multinacionales y los superricos se libren de pagar la parte que les corresponde. Esto podría suponer una gran fuente de nuevos recursos para el presupuesto de la UE. Es sencillamente imposible sacar adelante las políticas que hemos prometido a la ciudadanía, afrontar todas las sucesivas crisis y, al mismo tiempo, financiar las prioridades de la UE.
A aquellos que dicen que es imposible, les decimos que Next Generation EU también era impensable hace apenas un par de años. Ahora es una realidad y una de las mejores cosas que ha hecho Europa, pero necesitamos financiación para garantizar que Next Generation EU prospere y contribuya a la recuperación y la resiliencia de nuestras economías.
Un nuevo sistema de recursos propios también permitirá la creación de una capacidad fiscal permanente a escala de la UE, y la ampliación del impuesto sobre beneficios extraordinarios a todas las grandes empresas, no solo para el sector de la energía. En cuanto al impuesto sobre las transacciones financieras (ITF), todas las miradas están puestas en el Consejo. No creo que haya otra iniciativa que, tras someterse a tantísimas evaluaciones de impacto por parte de la Comisión Europea, haya sido después bloqueada durante tanto tiempo por algunos Estados miembros en el Consejo. Solo nos queda avanzar e introducir de una vez por todas el ITF, y animar a los gobiernos nacionales a que respalden esta excelente iniciativa del Grupo S&D que se remonta a hace más de una década.
Lamento que el grupo de la extrema derecha y los liberales del Parlamento Europeo hayan demostrado una vez más en la votación en el Pleno su firme apoyo a los ricos. Esto nos anima aún más a seguir luchando por todos los europeos y europeas y a conseguir los tan necesarios recursos propios para el presupuesto de la UE en un espíritu de justicia social y solidaridad”.
