El Parlamento Europeo ha adoptado hoy nueva legislación contractual digital, revisando la Directiva sobre la venta de bienes de consumo y aprobando una nueva Directiva sobre el suministro de contenido digital. Las nuevas normas también se aplicarán cuando alguien inicie una relación contractual para recibir un producto o servicio facilitando sus datos en lugar de dinero.  

Con la caída del coste de los aparatos electrónicos y el creciente mercado del Big Data (archivos grandes de datos) y el marketing dirigido, las empresas facilitan cada vez más productos electrónicos a los consumidores sin coste alguno. En la actualidad, algunos aparatos electrónicos ya se venden a precio de coste o incluso por una cantidad inferior. El principal objetivo de esos “regalos” es la recopilación y la monetización de los datos de los usuarios y las usuarias.  

La eurodiputada Evelyne Gebhardt, negociadora por la comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor del Parlamento Europeo, afirmó:

 

“Después de intensas negociaciones, hoy estamos adoptando un nuevo marco jurídico, que promueve los derechos de los consumidores y mejora la certidumbre jurídica. Aborda los temas más apremiantes incluidos en los contratos que los consumidores suscriben en el entorno digital actual, como las actualizaciones de software, las modificaciones de contenidos/servicios digitales, y la finalización del procedimiento.

 

“Sin embargo, nuestro gran logro es que los clientes que utilizan internet tendrán ahora la misma protección que los que compren en tiendas físicas. Por ejemplo, alguien que compre música digital de la tienda Apple o en Amazon tendrá exactamente el mismo nivel de protección y garantías que alguien que compre un CD físico en una tienda”.

La eurodiputada y vicepresidenta de la comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor del Grupo S&D, Lucy Anderson, añadió:

“Este nuevo marco regulador ayudará a reparar el sistema actual, que está roto. Los consumidores y las consumidoras de la Unión Europea se enfrentan a veces a prácticas comerciales y términos contractuales que son injustos, y faltan soluciones cuando el contenido digital es defectuoso, por ejemplo, en aplicaciones, música y servicios en la nube, juegos en línea y las redes sociales. Esta Directiva también se aplica a escenarios en los que los consumidores facilitan datos a cambio de contenidos o servicios. A partir de ahora, los derechos de protección del consumidor tendrán que aplicarse cuando un cliente suscriba un contrato facilitando sus datos o realizando un pago”.