Hoy ha sido un día fundamental para el Parlamento Europeo en lo que respecta a las ambiciones reales de la Unión Europea de cara a abordar la crisis climática y cumplir con el objetivo de la Ley Europea del Clima de convertir a Europa en el primer continente neutro en carbono para 2050.
Gracias a los incesantes esfuerzos del Grupo S&D, el Parlamento Europeo ha adoptado algunas medidas concretas para tratar de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en, al menos, un 55% para 2030, en comparación con los niveles de 1990, como se establece en el paquete “Fit for 55”.
Los eurodiputados y las eurodiputadas del Grupo S&D han luchado por una transición verde, pero que tenga un corazón rojo.
Lamentablemente, las fuerzas de la derecha han diluido algunos dossieres fundamentales, como la revisión del Régimen de Comercio de Derechos de Emisión (RCDE), poniendo en peligro las ambiciones climáticas de la Unión Europea.
Sin embargo, como progresistas, nos hemos asegurado de que todas las medidas del paquete “Fit for 55” que se han aprobado vayan acompañadas de mecanismos fuertes de justicia social y solidaridad que compensen los costes, a fin de garantizar que esta transición no sólo se lleve a cabo, sino que también sea socialmente justa.
El eurodiputado del S&D y portavoz para el informe, Javi López, dijo:
“El Reglamento de reparto del esfuerzo fija objetivos nacionales de reducción de las emisiones en el transporte, los edificios, la agricultura, la industria que no fue incluida en el RCDE y la gestión de residuos. Estos sectores, que no forman parte del Régimen de Comercio de Derechos de Emisión de la Unión Europea, generan alrededor del 60% de las emisiones de gases de efecto invernadero de la Unión.
“La propuesta del Parlamento mejora la de la Comisión Europea al incentivar la acción temprana en cuanto a las medidas de reducción de las emisiones, exigiendo que todos los sectores contribuyan de forma equitativa a nuestros objetivos climáticos y, gracias a los eurodiputados y las eurodiputadas del Grupo S&D, introduce la necesidad de que la transición sea justa y equitativa en el ámbito del Reglamento.
“Contamos con un texto ambicioso y equilibrado que garantizará que la Unión Europea esté “Fit for 55””.
