Los Socialistas y Demócratas denuncian y condenan, de la forma más contundente, que los Estados Unidos reanuden a nivel federal las ejecuciones de presos que están en el corredor de la muerte.
Después de un parón de 17 años, el presidente Trump ha decidido reanudar ahora esta práctica que estaba en suspenso, durante el periodo de transición antes de la toma de posesión del presidente electo Biden, el 20 de enero. Esta acción sin precedentes debe pararse.
La presidenta del Grupo S&D, Iratxe García, afirmó:
“Nosotros y nosotras, los Socialistas y Demócratas, reafirmamos nuestra firme oposición al uso de la pena de muerte en todas las circunstancias, y pedimos una abolición universal de la misma. Los autores de crímenes deben rendir cuentas. Sin embargo, la experiencia de los países que defienden este instrumento brutal ha mostrado que la pena de muerte no contribuye a que la sociedad sea más segura. Al contrario, la pena de muerte es un castigo que perpetúa el ciclo de la violencia. La reciente decisión del presidente Trump es un acto de crueldad. Animamos la nueva Administración a que apoye las Resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas relativas a una moratoria en la utilización de la pena de muerte”.
La eurodiputada Isabel Santos, portavoz de Derechos Humanos del Grupo S&D, añadió:
“Este año se ha producido el mayor número de ejecuciones desde 1896. Es infame. Permitir que continúe en las primeras semanas de 2021, dado que hay 3 ejecuciones más previstas antes de que el nuevo presidente electo tome posesión del cargo, no tiene precedentes y es totalmente inaceptable”.
“La pena de muerte no disuade de la comisión los delitos y es irreversible. Siempre he sido una defensora muy tajante de abolirla a nivel mundial, no solo por estos motivos, sino también porque la pena de muerte se utiliza a menudo como un arma política y puede ser muy discriminatoria contra las minorías y las clases más pobres”.
Nota para los redactores:
Los eurodiputados y las eurodiputadas del Grupo S&D han apoyado el fin de la pena de muerte en varias votaciones en el Parlamento Europeo, y también han respaldado los muchos instrumentos de los que dispone la comunidad internacional contra la misma, como el Protocolo N° 6 del Convenio Europeo de Derechos Humanos sobre la abolición de la pena de muerte, y el Protocolo N° 13 del Convenio Europeo de Derechos Humanos sobre la abolición de la pena de muerte en todas las circunstancias, entre otros.
