A raíz de la reciente toma militar de Nagorno-Karabaj por parte de Azerbaiyán, el Parlamento Europeo adoptará hoy una firme resolución de condena del ataque injustificado de Bakú contra este enclave montañoso del Cáucaso meridional. A petición de los Socialistas y Demócratas, la Eurocámara va a exigir a la UE que revise exhaustivamente sus relaciones con Bakú. La UE debería suspender las negociaciones sobre un nuevo acuerdo UE-Azerbaiyán, así como reducir la dependencia de la UE de las exportaciones de gas de Azerbaiyán.

En opinión del Grupo S&D, desde el punto de vista moral, la UE no puede aceptar negociar un futuro acuerdo de asociación con un país que viola flagrantemente los principios del Derecho internacional y sus obligaciones internacionales, y que no es un socio ni fiable ni digno de confianza, tal como se le presentó cuando la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció la asociación energética con Azerbaiyán. Por lo tanto, exigimos que se reconsidere la “asociación estratégica” con Azerbaiyán en el ámbito de la energía y se suspendan las importaciones de petróleo y gas de Azerbaiyán en caso de agresión militar contra la integridad territorial de Armenia.

El S&D insta a Bakú a garantizar los derechos y la seguridad de los armenios y armenias de Nagorno-Karabaj y a reanudar las negociaciones como única manera para llegar a una resolución sostenible del conflicto de décadas entre Armenia y Azerbaiyán. Asimismo, los Socialistas y Demócratas piden a la UE que incremente considerablemente su ayuda humanitaria a Armenia.

Marina Kaljurand, eurodiputada del Grupo S&D y jefa de la delegación del Parlamento Europeo para las relaciones con el Cáucaso meridional, ha declarado:

“Debemos poner fin al apaciguamiento: tiene que haber consecuencias inmediatas para el régimen Aliyev. Las acciones de Azerbaiyán, desde las operaciones militares iniciales hasta el desplazamiento forzoso de la población étnica armenia de Nagorno-Karabaj, lo que constituye una limpieza étnica de facto, son inaceptables. La UE debe defender sus valores fundamentales —el respeto de los derechos humanos y del Derecho internacional—, así como su compromiso con un orden internacional basado en normas. 

“En primer lugar, debemos replantearnos nuestras relaciones con Azerbaiyán y someterlas a condiciones. Un país que emprende acciones militares no puede considerarse un ‘socio económico estratégico’ de la UE, como a Bakú le gusta autodenominarse. ¡La UE tiene influencia política y debe utilizarla! Una respuesta enérgica de la UE también debería incluir la imposición de sanciones a las autoridades azerbaiyanas responsables y la suspensión de los acuerdos de facilitación de visados y del acuerdo del gas.

“En segundo lugar, hoy más que nunca, Armenia necesita una ayuda humanitaria y un apoyo político sustanciales de la UE, no solo para afrontar el desafío inmediato de ocuparse de los refugiados y refugiadas, sino también para resistir la presión de Rusia y desalentar cualquier futura agresión por parte de Bakú. Ha llegado el momento de mejorar el actual acuerdo de asociación con Ereván como señal del apoyo político y económico de la UE.

“Exijo a Azerbaiyán que se abstenga de ulteriores actos de violencia o discursos de odio contra una población ya muy vulnerable. Asimismo, pido a Armenia y Azerbaiyán que celebren un acuerdo de paz que traiga una paz y una estabilidad duraderas a la región, y garantice la seguridad y los derechos de los armenios y armenias que decidan volver a sus casas en Nagorno-Karabaj”.

Eurodiputados que participan
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Miembro
Estonia
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