Los Socialistas y Demócratas han incluido una mayor transparencia y más control en un informe sobre cómo se utiliza el dinero de la Unión Europea a través de los fondos fiduciarios y del Mecanismo para los Refugiados en Turquía. Gracias a las aportaciones de los eurodiputados y las eurodiputadas del Grupo S&D, el informe adoptado hoy envía un firme mensaje a la Comisión Europea de que no debe olvidarse de las políticas de desarrollo y del respeto de los derechos humanos y el estado de derecho, y de que no se enfoque principalmente en la gestión de la migración.

Los eurodiputados y las eurodiputadas del Grupo subrayan en el informe que objetivos a largo plazo como la erradicación de la pobreza y mejorar el paro, la educación, la seguridad alimentaria y las condiciones de vida de las poblaciones locales no pueden ser prioridades de segunda categoría en lo que respecta a la utilización del dinero de los contribuyentes europeos en países terceros de todo el mundo.

Los Socialistas y Demócratas piden que se aprendan las lecciones de los últimos años y ello resulte en la superación de los obstáculos que llevaron a la necesidad de lanzar los fondos fiduciarios. Los eurodiputados y las eurodiputadas del Grupo S&D reciben con agrado la creación del nuevo instrumento de financiación exterior de la Unión Europea –IVDCI (Instrumento de Vecindad, Desarrollo y Cooperación Internacional)/Europa Global– ya que contempla mayores posibilidades dentro del presupuesto de la Unión Europea para responder a nuevas emergencias, respetando los derechos de escrutinio y control democrático del Parlamento Europeo.  

La eurodiputada Elisabetta Gualmini, que es la negociadora del Grupo S&D para el informe en la comisión de Presupuestos, afirmó:

“Vivimos en un mundo lleno de incertidumbre. En este contexto, las capacidades de la Unión Europea en la gestión de crisis son esenciales en relación con nuestra posición en las políticas internacionales, especialmente en nuestros países vecinos. Los Socialistas y Demócratas consideran que el respeto de los derechos humanos no es una opción: es una obligación en todas las políticas financiadas por la Unión Europea. Además, la Unión Europea les debe a sus ciudadanos plena transparencia en la implementación de los proyectos, en concreto, aquellos relacionados con la gestión de la migración y las fronteras. La responsabilidad democrática solo es posible cuando el Parlamento Europeo está plenamente involucrado en este proceso, usando plenamente sus competencias de supervisión, teniendo en cuenta, particularmente, que la mayor parte de ese dinero procede del presupuesto de la Unión Europea”.

El eurodiputado Pierfrancesco Majorino, que es el negociador del Grupo S&D para el informe en la comisión de Asuntos Exteriores y en la comisión de Desarrollo, afirmó:  

“Los fondos fiduciarios se crearon por la necesidad de desplegar respuestas rápidas ante emergencias, pero a menudo se han convertido en instrumentos que quedan fuera del control democrático del Parlamento Europeo y se han desviado de sus objetivos subyacentes. Un enfoque excesivo en la contención de los flujos migratorios ha desviado recursos de los objetivos de desarrollo para enfocarse en objetivos a corto plazo. Ello forma parte de una lógica peligrosa de externalización de las fronteras que, en varios casos, también ha llevado a violaciones graves de los derechos humanos, como el caso vergonzoso y notorio de la llamada guardia costera libanesa. Además de reivindicar el papel del Parlamento Europeo en términos de control democrático y denunciar la peligrosa desviación de fondos de los objetivos de desarrollo, pedimos una supervisión independiente sobre el respeto de los derechos humanos. Tiene que investigarse exhaustivamente porque ha sucedido y está sucediendo. Esto se aplica asimismo al Mecanismo para los Refugiados en Turquía, donde la transparencia y el respeto de los derechos humanos y de los derechos de los refugiados deben aplicarse plenamente”.  

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