Reaccionando al resultado de la reunión que han mantenido el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y el presidente estadounidense, Donald Trump, el presidente del Grupo S&D, Udo Bullmann, afirmó:
“El resultado de la reunión entre Trump y Juncker permite distender la tensísima relación transatlántica, pero todavía dista mucho de ser normal. Nos alivia que se haya evitado una nueva escalada del conflicto comercial y que los aranceles sobre los vehículos europeos ya no parezcan ser un problema, en este momento. Sin embargo, mientras Estados Unidos no retire los aranceles ilegales sobre el aluminio y el acero, la situación sigue siendo crítica.
“El hecho de que la Unión Europea haya actuado unida y con medidas de represalia contundentes ante los aranceles ilegales impuestos por los Estados Unidos ha presionado a Trump. Ha entendido que sus políticas comerciales irracionales perjudican a la economía estadounidense tanto como al resto. Imponer aranceles sobre los vehículos habría llevado además a pérdidas masivas de empleo a ambos lados del Atlántico. Ante las elecciones de mitad de periodo de noviembre, a Trump le cuesta justificar las consecuencias de sus irresponsables políticas comerciales en casa. Por eso, el presidente de los Estados Unidos se acordó de hablar con la Unión Europea.
“Ante el oportunismo de Trump, cualquier concesión que realice sigue siendo dudosa. No está claro si su compromiso de trabajar conjuntamente es permanente o saltará por los aires en el próximo twit. En este escenario, es incluso más importante que la Unión Europea siga unida y mantenga la presión”.
La eurodiputada Alessia Mosca, portavoz de Comercio del Grupo S&D, dijo:
“El compromiso de trabajar por una reforma de la OMC debe ser, de hecho, un paso importante en beneficio de todos. El prerrequisito de cualquier nuevo acuerdo con los Estados Unidos es que los aranceles estadounidenses ilegales se supriman. Para negociar en este sentido, hace falta un nuevo mandato de los Estados miembros.
“Nosotros, los Socialistas y Demócratas, nos aseguraremos de que el Parlamento Europeo participa plenamente y que los intereses de los ciudadanos y las ciudadanas europeos están representados en cada etapa de unas nuevas negociaciones comerciales. Además, solo defenderemos acuerdos que se basen en normas que estén alineadas con nuestros valores. Para nosotros, la protección de los trabajadores y las industrias europeas sigue siendo una prioridad”.
