Tras darse a conocer un proyecto de ley del Gobierno de Victor Orbán que prohibiría efectivamente que la Universidad Centroeuropea (CEU) –que es reconocida en todo el mundo– operase en Hungría, el presidente del Grupo S&D, Gianni Pittella, ha afirmado:
“Después del ataque contra la autonomía de los medios de comunicación, ahora Orbán está intentando silenciar otro símbolo destacado de la libertad de pensamiento y de expresión en Hungría: la Universidad Centroeuropea (CEU). Es totalmente inaceptable y refuerza nuestra preocupación por el declive de la democracia en Hungría con Orbán.
“¿Es el nivel actual de democracia aceptable para un miembro de pleno derecho de la Unión Europea? ¿Respetan Orbán y el actual liderazgo húngaro los principios democráticos de la Unión Europea y el imperio de la ley?
“Es una vergüenza que Fidesz y Orbán sean todavía miembros de la familia PPE (Partido Popular Europeo). Me pregunto qué más debe de pasar en Hungría antes de que alguien del PPE se despierte y encuentre el coraje para decir finalmente algo sobre la preocupante situación de Hungría.
“La legislación propuesta –de adoptarse– conseguiría que la Universidad tuviera que dejar de operar en Budapest. Con este fragrante ataque contra una institución independiente de educación superior, Orbán demuestra de nuevo que su objetivo es solo deshacerse de sus enemigos políticos. Cuando una norma tenga objetivos específicos y discriminatorios debe retirarse de inmediato.
“Como el PPE está todavía callado, el Grupo S&D le pide a la Comisión Europea que supervise este resbalón de la democracia plena y que finalmente actúe contra el Gobierno de Orbán. Ya basta”.
El eurodiputado István Ujhelyi, líder de la delegación húngara del Grupo S&D, añadió:
“Lo que le está pasando ahora a la Universidad Centroeuropea es más que una mera amenaza o acto de venganza política. Es otro paso hacia un autoritarismo incontrolado similar al de Erdoğan o Putin, donde se cierran instituciones independientes de un día para otro. Es un acto de cobardía, una acción vergonzosa que lleva al régimen antiliberal de Orbán a un nuevo capítulo que es más oscuro. Además, establece un precedente peligroso que podría poner en peligro el funcionamiento de las instituciones educativas que apoya el Gobierno húngaro en el extranjero.
“Restringir las universidades para obtener beneficios políticos no es en absoluto el enfoque “pro-europeo” que supuestamente defiende la colación PPE-ALDE (Partido Popular Europeo – Grupo de la Alianza de los Liberales y los Demócratas por Europa), que tiene a Orbán entre sus filas. El silencio del PPE es un doloroso recordatorio de que el mayor grupo del Parlamento Europeo es incapaz de sancionar a uno de sus miembros, aunque nuestros valores comunes europeos estén en riesgo. La transformación de una democracia joven en un autoritarismo antiliberal está produciéndose justo delante de nuestras narices, aquí en Europa. Quien siga callado, quien no defienda nuestros valores comunes, pierde el derecho a posicionarse como guardián de los derechos democráticos sobre los que se construye nuestra unión”.
