Reaccionando al resultado del referéndum irlandés del 25 de mayo que revoca la Octava Enmienda del país, la cláusula de la Constitución irlandesa que prohíbe en la práctica el aborto al conceder al no nacido los mismos derechos que a la madre, la eurodiputada Iratxe García Pérez, portavoz de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género del Grupo S&D, afirmó:

 

“El pueblo irlandés ha mostrado compasión con las mujeres en crisis en una votación histórica para derogar una legislación contra el aborto que deja a innumerables mujeres devastadas, y a algunas incluso muertas. A partir de ahora las mujeres ya no se verán obligadas a tomarse en secreto pastillas para abortar en casa, sin ninguna supervisión médica, o a realizar viajes en solitario a otro país para poner fin a un embarazo. Ahora podrán recibir en Irlanda los cuidados que necesitan cuando pasan por una crisis. La igualdad de género, la libertad y la dignidad son valores europeos básicos; la salud sexual y reproductiva es un derecho fundamental. Las nuevas normas acercarán a Irlanda al resto de legislaciones y valores de Europa”.

 

Nota para los redactores:

En 1983, después de un referéndum, se añadió la Octava Enmienda a la Constitución del país. Esta Enmienda afirma “el derecho a la vida del no nacido y, considerándolo un derecho igual al de vida de la madre, garantiza en sus leyes el respeto y, siempre que se pueda llevar a la práctica, la defensa y la reivindicación de ese derecho por sus leyes”, lo cual significa en la práctica casi una total prohibición del aborto, incluso en caso de violación, incesto o anormalidad fetal. Después de la votación para revocar la Octava Enmienda, se espera que el Gobierno apruebe legislación que permita que las mujeres puedan poner fin a una gestación en las 12 primeras semanas de embarazo, y hasta la semana 24 cuando exista un riesgo para la vida de la mujer o un daño grave para la salud física o mental de la misma.  

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