Se ha pedido al Parlamento Europeo que dé su opinión acerca de si los fosfatos deben permitirse en ciertos alimentos. En la actualidad, esos aditivos casi nunca se utilizan en la mayoría de los países de la Unión Europea; pero en algunos Estados miembros se utilizan para aumentar el peso de la carne congelada de los asadores verticales, como el döner kebab.
Antes de aprobar la solicitud de la Comisión Europea de incluir los fosfatos en la lista europea de aditivos alimentarios, los Socialistas y Demócratas del Parlamento Europeo quieren disponer de información científica sobre sus efectos en la salud humana.
La portavoz del Grupo S&D en este tema, la eurodiputada Christel Schaldemose, afirmó:
“Prohibir el kebab no es siquiera una opción, como han interpretado erróneamente algunas personas. En primer lugar, los fosfatos no se utilizan en los kebabs tradicionales, salvo en algunos casos, para unir la carne. Sus propiedades de retención de agua también puede aumentar artificialmente el peso de la comida.
“Siempre que la Comisión Europea añade una sustancia más a la lista de aditivos alimentarios deben cumplirse tres criterios: 1) los aditivos no pueden considerarse perjudiciales para la salud humana, 2) debe existir una necesidad tecnológica que no puede lograrse con otras medidas, y 3) no se debe engañar al consumidor. Creemos que no se han cumplido ninguno de esos criterios.
“Si la objeción que votaremos mañana no se aprueba, la utilización de fosfatos en la preparación de los asadores de carne seguirá estando permitida, según la normativa de la Unión Europea, en todos los Estados miembros. Así es que no hay prisa ni necesidad de añadir los fosfatos a la lista de aditivos alimentarios de la Unión Europea”.
La portavoz de Salud del Grupo S&D, la eurodiputada Miriam Dalli, afirmó:
“Siempre debemos aplicar el principio de precaución. Varios estudios han asociado los fosfatos añadidos a un mayor riesgo de problemas cardiovasculares, así como a enfermedades renales. Sin embargo, en 2013 la opinión de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (AESA) no fue concluyente. Por este motivo, la AESA le ha dado gran prioridad a los aditivos de fosfato que deben reevaluarse antes de finales de 2018.
“Sencillamente, lo que hacemos es pedirle a la Comisión Europea que espere un año más, de forma que podamos tomar una decisión informada. Por precaución, el Parlamento Europeo debe poder considerar la reevaluación de la AESA. Si se demuestra que son perjudiciales, entonces debe prevalecer la salud de los ciudadanos y las ciudadanas, y algunos de estos productores de carne congelada simplemente tendrán que preparar su carne sin fosfatos, utilizando las alternativas seguras que hay en el mercado”.
