La gestión de los bosques tiene un papel esencial que desempeñar en la lucha contra el cambio climático, dice el Grupo S&D

Los eurodiputados y las eurodiputadas del Grupo S&D en la comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo han liderado hoy a una coalición de varios partidos para incorporar, por primera vez, en los esfuerzos de reducción de las emisiones de CO2 de la Unión Europea, los efectos derivados del cambio del uso de la tierra y la deforestación en las emisiones y el almacenamiento de carbono. La comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo ha apoyado la propuesta del Grupo S&D de un sistema contable que sea robusto y tenga fundamento científico para las emisiones de gases de efecto invernadero y las absorciones derivadas de los cambios del uso de la tierra con la finalidad de asegurarse de que todos los sectores contribuyen al objetivo general de reducción de las emisiones de la Unión Europea. El sistema contable reflejará las actividades actuales de los Estados miembros, incluyendo las emisiones de uso bioenergético. Las nuevas normas todavía tendrán que adoptarse en una votación en el plenario del Parlamento Europeo.

Paul Brannen, eurodiputado del Grupo S&D y portavoz sobre emisiones y absorciones del suelo y los bosques, afirmó:

“Con el crecimiento de árboles, los bosques absorben más carbono del que emiten. Los bosques son existencias mundiales significativas de carbono. Los bosques de la Unión Europea absorben anualmente el 10% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero de la Unión Europea. La gestión de los bosques puede desempeñar un papel esencial en la lucha contra el cambio climático, si se hace de manera correcta. Por eso es tan importante que la gestión de los bosques se registre de una forma más transparente.

“Las normales contables actuales no funcionan bien, e incluso pueden ser contraproducentes, dando a los países créditos cuando realmente reducen la capacidad de absorción de CO2 de sus bosques. La mitigación de los bosques debe medirse utilizando un enfoque que sea científicamente objetivo, sin permitirles a los países ocultar los impactos de las políticas que incrementan las emisiones. En un espíritu de compromiso, acordamos un sistema que es ligeramente menos ambicioso y se basa en las prácticas de gestión de los bosques y la intensidad del periodo 2000-2012. Las emisiones actuales se comparan con una referencia clara, el periodo 2000-2012, y se creará un sistema transparente de débitos y créditos. En general, somos optimistas en cuanto a que las nuevas normas ofrecerán incentivos para una utilización más ecológica de la tierra, pero no impondrán burocracia ni ningún tipo de restricciones sobre las cosechas y las políticas forestales nacionales”.

Nota para los redactores:

Hasta ahora, las emisiones o la absorción de gases de efecto invernadero derivados de los cambios en el uso de la tierra no se han incluido en los objetivos del clima de la Unión Europea. Sin embargo, incorporar los bosques y la utilización del suelo en los objetivos debe ser una parte esencial de la política del clima de la Unión Europea, ya que todos los sectores deben contribuir al objetivo global de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de la Unión Europea, al menos, en un 40% por debajo de los niveles de 1990 antes de 2030. La deforestación es responsable de casi una décima parte de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) antropogénico, mientras que los bosques eliminan casi un tercio de las emisiones de CO2 de la atmósfera. Las nuevas normas deben establecer un nuevo proceso de gobernanza de la Unión Europea para supervisar cómo los países de la Unión Europea calculan las emisiones y la absorción como resultado de los cambios que se producen en sus bosques y en la utilización del suelo agrícola.