La Comisión Europea propone pasos útiles para reforzar la Eurozona, pero debe involucrarse mucho más al Parlamento Europeo

Hoy, la Comisión Europea ha elaborado varias propuestas sobre la profundización de la Unión Económica y Monetaria, después del informe de los cinco presidentes publicado en junio. Propone establecer “consejos de competitividad” en cada Estado miembro, un consejo fiscal europeo asesor, una representación exterior más unificada de la Eurozona y también más medidas para profundizar la coordinación de las políticas económicas de la Eurozona durante el Semestre Europeo.   
El Grupo S&D celebra la rápida iniciativa de la Comisión Europea y apoya su enfoque de considerar que la Eurozona es una gran economía y no solo un grupo de países. Sin embargo, los Socialistas y Demócratas quieren avanzar más para abordar los problemas sociales y económicos de la Unión Europea, y lamentan el hecho de que la Comisión Europea no haya presentado propuestas para reforzar la responsabilidad democrática por las decisiones que se adoptan en el contexto de la gobernanza económica europea.

La vicepresidenta de Políticas Económicas y Sociales del Grupo S&D, Maria João Rodrigues, dijo:
“La Comisión Europea avanza adecuadamente con propuestas para concluir la UEM (Unión Económica y Monetaria). Es crucial para progresar a pesar de las diferencias de opiniones entre los Estados miembros en el Consejo Europeo. La fragilidad de la Eurozona es una gran amenaza a toda la Unión Europea, y el Parlamento Europeo está, por lo tanto, plenamente comprometido con el refuerzo de la Eurozona, antes de que llegue la siguiente crisis.
“La Comisión Europea presenta algunas propuestas útiles para la evaluación apropiada de la posición presupuestaria general de la Eurozona, aparte de estudiar a Estados miembros individuales. También defiende adecuadamente un concepto más amplio de la competitividad, incluyendo la innovación, la fuerza del capital humano y otros factores determinantes de la productividad a largo plazo. Pero no basta con prevenir una carrera hacia el fondo. Nos hace falta mucha más inversión para reforzar la convergencia económica a corto plazo y considerar indicadores sociales como la pobreza y la desigualdad en los planes para reducir los desequilibrios macroeconómicos. Todas esas preocupaciones ya deben estar presentes en la primera etapa de la reforma de la UEM”.

Elisa Ferreira, coordinadora de Asuntos Económicos y Financieros del Grupo S&D, afirmó:
“Es lamentable que la Comisión Europea haya sido totalmente incapaz de sacar lecciones de la forma en la que se ha gestionado la crisis, particularmente dentro de la Eurozona. No hay una evaluación crítica, ni de los instrumentos jurídicos que se han creado para la gobernanza económica –“6 pack” (paquete de seis medidas), “2 pack” (paquete de dos medidas) y pacto presupuestario– ni del enorme problema que se ha creado por la gestión de la crisis, del enfoque del método comunitario a un escenario intergubernamental que se basa en el Eurogrupo. La legislación “2 pack” y “6 pack” se acordó por co-decisión entre el Parlamento Europeo y el Consejo, y se centró en la Comisión. La Comisión Europea propone ahora cambiar la interpretación, el contenido y la compatibilidad de todos esos instrumentos sin una evaluación previa de lo que no funcionó, y situar al Consejo y al Eurogrupo en el centro del proceso, sin reconocer que ese fue precisamente uno de los elementos más dramáticamente negativos de la gestión de la crisis. Es impactante”.  

La miembro del Grupo S&D, Pervenche Berès, ponente del reciente informe sobre gobernanza económica del Parlamento Europeo, añadió:
“Desde el comienzo del debate sobre la conclusión de la UEM, el refuerzo democrático necesario es una preocupación esencial. Por lo tanto, es inaceptable que las propuestas de la Comisión Europea sobre el nuevo Semestre Europeo dificulten que el Parlamento Europeo influya en el proceso que lleva a la adopción de las recomendaciones de la zona euro y a las conclusiones del EPAC (Estudio Prospectivo Anual sobre el Crecimiento) antes de la Cumbre de Primavera, ya que el calendario es mucho más corto. No puede ser que las recomendaciones de política económica europea pasen totalmente por alto la legitimización parlamentaria. No puede convertirse en un simple acuerdo entre la Comisión Europea y el Consejo.
“El Parlamento Europeo ha pedido reiteradamente un acuerdo interinstitucional adecuado sobre la gobernanza económica, incluyendo los dos informes de los que me he ocupado (Nota: el informe de la comisión especial CRIS en la última legislatura parlamentaria y el informe de este año sobre la gobernanza económica). El informe de los cinco presidentes fue específicamente claro acerca de dos necesidades principales de reforma de la UEM: más democracia y más Europa. Las propuestas presentadas por la Comisión Europea hoy no cubren esas necesidades. Ni siquiera mencionan la inclusión de un Mecanismo Europeo de Estabilidad en el marco comunitario. En cuanto a la representación exterior de la zona euro, es más que una paradoja ver que la Comisión Europea propone no solo dejar al Parlamento Europeo fuera de juego, sino también a sí misma, ofreciendo su sitio al presidente del Eurogrupo”.

Roberto Gualtieri, presidente de la comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo,  también expresó esta crítica:
“El paquete de hoy de la Comisión Europea contiene algunos avances útiles e interesantes, como una recomendación de la zona euro, pero lamento su falta general de ambición ante todos los retos que afronta la Eurozona en la actualidad. Esperábamos legítimamente, como Parlamento Europeo, estar adecuadamente involucrados en el diseño de esta primera fase de la reforma de la UEM. Por lo tanto, solo puedo oponerme a la elección de los instrumentos jurídicos que ha realizado la Comisión Europea, volviendo la reforma de la UEM un asunto exclusivo de la Comisión Europea y el Consejo Europeo. No creo que sea el espíritu del Tratado actual, ni que de ninguna forma esté línea con la práctica interinstitucional en este ámbito en los últimos años. La Comisión Europea se equivoca al pensar que la reforma será mejor y más rápida excluyendo al Parlamento Europeo y poniéndola en manos del Consejo”.