El Grupo S&D les pide a Armenia y Azerbaiyán que respete el alto al fuego y reanude las negociaciones en torno al conflicto de Nagorno-Karabakh

El Grupo S&D está preocupadísimo por los enfrentamientos mortales que tuvieron lugar entre Armenia y Azerbaiyán del 2 al 5 de abril en relación con el conflicto no resuelto de Nagorno-Karabakh. El Grupo S&D lamenta la pérdida de vidas, en particular, las informaciones de heridos y muertes de civiles.

Después de los debates de anoche en el Parlamento Europeo sobre la situación en Nagorno-Karabakh, el eurodiputado del Grupo S&D y vicepresidente de Asuntos Exteriores, Victor Boştinaru, dijo:

“Tomamos nota del compromiso anunciado por ambas partes sobre un cese de las hostilidades, acordado el 5 de abril, y esperamos que las partes respeten el alto al fuego, se abstengan de utilizar la fuerza y reanuden los esfuerzos para alcanzar una solución pacífica al conflicto de Nagorno-Karabakh. Una nueva guerra en el Sur del Cáucaso llevaría a sufrimiento humano, alteración de las rutas de transporte de energía y, potencialmente, a una conflagración geopolítica mayor.
 
“Para evitar la reanudación de las hostilidades, es urgente que se refuercen los mecanismos de supervisión de seguridad de la Línea de Contacto entre las partes. Creemos que debe aumentarse la presencia de los supervisores de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) con carácter de urgencia. También les pedimos a ambas partes que dejen de usar retórica incendiaria”.
 
El eurodiputado Richard Howitt, coordinador de Asuntos Exteriores del Grupo S&D, dijo:
 
“Creemos que los esfuerzos para desescalar el conflicto deben formar parte de un compromiso diplomático mayor y revitalizado con Armenia y Azerbaiyán con el objetivo de resolver el conflicto en base a los principios de Madrid de la OSCE, destacando la no utilización de la violencia, la integridad territorial y la autodeterminación. La Unión Europea tiene un interés claro en evitar una nueva guerra devastadora entre Armenia y Azerbaiyán. Por eso, animamos al Consejo, a la Comisión Europea y al Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) a que aspiren a que la Unión Europea sea un miembro asociado en el Grupo de Minsk de la OSCE.
 
“También pedimos que se ponga fin de inmediato a la venta de armas a cualquiera de las partes del conflicto por parte de aquellos Estados que todavía lo hacen, concretamente Rusia y Turquía. Esas ventas solo alimentan más la inestabilidad y aumentan los costes en términos de pérdida de vidas humanas y destrucción de las infraestructuras ante cualquier posible guerra en el futuro”.