Si la Unión Europea quiere reducir las emisiones, abordar el cambio climático y cumplir los compromisos que se alcanzaron en París, los Estados miembros deben comprometerse seriamente a reducir las emisiones. El acuerdo final entre el Consejo y el Parlamento Europeo sobre la Regulación del Esfuerzo Compartido (ESR, por sus siglas en inglés) se queda corto en cuanto a lo que hace falta y, por eso, los Socialistas y Demócratas han decidido no apoyarlo y abstenerse hoy, cuando se ha votado en la comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo.

El ESR cubre el 60% de las emisiones de gases de efecto invernadero, abarcando los sectores del transporte, los edificios, la agricultura y los residuos. El objetivo actual para 2030 de reducir en un 30% las emisiones en los sectores que no cubre el Régimen de Comercio de Derechos de Emisión (RCDE) de la Unión Europea no basta para cumplir con el objetivo de mantener el aumento de la temperatura “muy por debajo de 2°C sobre los niveles pre-industriales” para el cual el ESR es un instrumento crucial.

 

La portavoz de Medio Ambiente del Grupo S&D, la eurodiputada Miriam Dalli, afirmó:

“Sin objetivos nacionales apropiados será imposible implementar el Acuerdo de París sobre el cambio climático. Era evidente que había una falta de ambición e iniciativa tanto a nivel del Consejo como de la Comisión Europea a la hora de garantizar medidas e iniciativas apropiadas. Lamentamos que el Consejo no esté dispuesto a avanzar, aunque varios Estados miembros hayan pronunciado muchos discursos bonitos sobre la urgente necesidad de abordar el cambio climático. 

“La Unión Europea en su conjunto pone en riesgo su liderazgo y su reputación en la lucha mundial contra el cambio climático. En París, nos pusimos de acuerdo para hacer todo lo que pudiésemos para limitar el aumento de la temperatura a 1,5°C sobre los niveles pre-industriales. Bueno, ahora es el momento de ofrecer resultados, pero no veo la voluntad de actuar.

“El Parlamento Europeo tiene un mandato firme para reducir el excedente del régimen en 570 millones de toneladas de emisiones, mientras que hemos visto a un Consejo débil que no estaba dispuesto a avanzar, apenas por encima de 100 millones de toneladas, y a una Comisión Europea que no consigue desempeñar el papel de ser un intermediario neutral.   

“Los expertos de las Naciones Unidas siguen advirtiéndonos de que ya estamos incumpliendo los objetivos y de que las consecuencias pueden ser sumamente graves. Ya estamos viendo fenómenos meteorológicos sumamente graves, y no solo en Europa, y cada vez más refugiados en todo el mundo. Los ciudadanos y las ciudadanas siguen diciéndonos que quieren que sus políticos asuman este reto con seriedad y esperamos que los gobiernos de toda la Unión Europea aborden el tema y no malgasten el tiempo solo en ofrecer discursos sofisticados”.