Hoy, los eurodiputados y las eurodiputadas del Grupo S&D han confirmado su voluntad de lograr un acuerdo sobre la reforma del sector bancario para acabar con los bancos “que son demasiado grandes para quebrar” en la Unión Europea.  

Ayer, los miembros del Grupo S&D de la comisión de Asuntos Económicos y Monetarios (ECON) lideraron con éxito a una mayoría para rechazar un intento de los grupos políticos de la Derecha –conservadores y liberales– de debilitar la propuesta original de la Comisión Europea sobre la separación bancaria, con la que se pretende salvaguardar las actividades tradicionales de los bancos frente a las operaciones más arriesgadas. 

La portavoz de Asuntos Económicos y Monetarios del Grupo S&D, Elisa Ferreira, dijo: 

“Los conservadores y los liberales pensaban que podrían lograr un acuerdo vacío de contenido. Previamente, la comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo (ECON) se ha labrado una buena reputación y ha desempeñado un papel constructivo en la creación de un reglamento común, en el Mecanismo Único de Supervisión (MUS), en la Directiva sobre reestructuración y resolución bancarias (BRRD, por sus siglas en inglés), y en la Resolución Bancaria; logrando siempre mayorías amplias, que eran ambiciosas y creíbles. El intento del Partido Popular Europeo (PPE) de imponer una mayoría por estrecho margen ha acabado en derrota. Es urgente que la comisión ECON restablezca sus buenos métodos de trabajo. El Grupo S&D seguirá trabajando y buscando un compromiso, pero no a cualquier precio”.  

El negociador del Grupo S&D, Jakob Von Weizsäcker, añadió: 

“Los grupos de presión bancarios tenían grandes esperanzas de que la comisión de Asuntos Económico y Monetarios aprobaría un intento precipitado de debilitar la propuesta del ex comisario de la Unión Europea Michel Barnier sobre la separación bancaria. Según esas propuestas, los bancos que son demasiado grandes para quebrar habrían podido seguir arriesgando con garantías implícitas de los contribuyentes. 

“Debido a que los bancos que son demasiado grandes para quebrar suponen un grave riesgo para los contribuyentes, estamos pidiendo que se revierta la carga de la prueba de los bancos más grandes que tengan los modelos de negocio más extremos. En el futuro, deben estar obligados a demostrar a los supervisores bancarios, más allá de cualquier duda razonable, que no representan ningún riesgo sistémico. 

“Si un banco no consigue pasar esa prueba, entonces bien deben desmembrarse o, alternativamente, los requisitos de capital se aumentarían de manera muy sustancial. Esperamos que los conservadores y los liberales apoyen finalmente este enfoque, que se basa en la propuesta original de Barnier”.