El Parlamento Europeo ha aprobado hoy, por una contundente mayoría, el informe Denanot que subraya los beneficios agrícolas, económicos y medioambientales de las plantas leguminosas. El Parlamento le pide ahora a la Comisión Europea que finalmente presente una propuesta legislativa apropiada en el marco de las negociaciones sobre la Reforma de la Política Agrícola Común (PAC) después de 2020, ya que las proteínas vegetales están estrechamente vinculadas con la transición desde prácticas tradicionales a una agricultura que sea sostenible. El Grupo S&D le pide a la Comisión Europea que tenga en cuenta la posición del Parlamento Europeo y dé seguimiento a la necesidad de aumentar nuestra independencia de países terceros en el suministro de proteínas vegetales, de ampliar la autosuficiencia de las granjas europeas y de reducir, por otra parte, la necesidad de abonos nitrogenados sintéticos gracias al potencial de las plantas que fijan el nitrógeno.


El ponente del Grupo S&D, el eurodiputado Jean-Paul Denanot, afirmó:

“Al adoptar el informe por una mayoría contundente, el Parlamento Europeo ha enviado hoy una firme señal y un mensaje muy claro a la Comisión Europea: hay que facilitar con la mayor urgencia nuevas medidas legislativas a favor de las proteínas vegetales “fabricadas en Europa” y las propuestas presentadas en este informe deben incluirse en la próxima reforma de la PAC. El mensaje del Parlamento Europeo es ahora de especial importancia, ya que la mayoría de los Estados miembros del Consejo ya han firmado la Declaración sobre la Soja de la Unión Europea.

“La promoción de las proteaginosas no es solo una necesidad económica para desarrollar un plan efectivo en el suministro de verduras. Aquí está en riesgo la seguridad alimentaria de los ciudadanos y las ciudadanas europeos, y nuestra obligación de reducir una de las causas del cambio climático vinculadas con la explotación de las exportaciones y la producción masiva de proteaginosas procedentes de países terceros.

“A la Unión Europea le hace falta un plan efectivo de suministro de verduras que debe enfocarse en la diversificación, junto al apoyo y la creación de pagos por servicios de ecosistema e inversión –con fondos adicionales para investigación– en una variedad de cultivos muy amplia que se cultiven en toda la Unión Europea, como leguminosas de grano (colza, girasol y soja) y proteaginosas (guisantes, garbanzos, habas, altramuces y haba común).

“Reducir la independencia de las importaciones de proteaginosas de terceros países también es una necesidad. Dependemos de países terceros en las importaciones de proteínas vegetales, especialmente de soja –que en su mayoría está genéticamente modificada–, para cubrir el 80% de nuestras necesidades. ¡Esta situación ya no es sostenible y todas las instituciones deben trabajar mano a mano para cambiarla!