Después del anuncio del Gobierno austriaco, y de las decisión de Hungría y de los Estados Unidos, de no sumarse al Pacto Mundial por la Migración de las Naciones Unidas, el Grupo S&D ha conseguido que se celebre un debate urgente sobre el tema en la sesión plenaria de esta semana, en Estrasburgo.
Antes del debate, el presidente del Grupo S&D, Udo Bullmann, afirmó:
“El hecho de que Austria, que representa actualmente a la Unión Europea, haya decidido no unirse al Pacto Mundial de las Naciones Unidas es una vergüenza. El camino de la Unión Europea es el de las Naciones Unidas: solo juntos podemos gestionar la migración. Ningún Estado por sí solo puede hacerlo.
“La decisión austriaca no sorprende: es otro mínimo en una serie de maniobras populistas que satisfacen los gustos de la extrema Derecha, incluyendo los instrumentos bien conocidos de desinformación.
“Todo el mundo sabe que las normas de las Naciones Unidas no dificultan, sino que impulsan, la soberanía nacional en relación con la política migratoria, y que ayudan a los países individuales a gestionarla. La Presidencia austriaca está mostrando que no es apta para liderar la Unión Europea, con su campaña de Derecha contra la migración.
“Esa campaña confirma que el Gobierno austriaco, que ostenta en la actualidad la Presidencia de turno del Consejo de la Unión Europea, nunca tuvo intención de encontrar soluciones justas, sostenibles y humanas para abordar la migración en Europa. Mientras que los refugiados están poniendo en riesgo sus vidas en el Mediterráneo, Sebastian Kurz ha estado bloqueando y posponiendo cualquier respuesta común. Es una vergüenza y una desgracia para su Gobierno y para el conjunto de la familia del PPE (Partido Popular Europeo)”.
La vicepresidenta del Grupo S&D, Elena Valenciano, afirmó:
“Hay una difusión de desinformación interesada por parte de los populistas de la Derecha en relación con el Pacto Mundial de las Naciones Unidas sobre los refugiados y la migración regular. Contrariamente a lo que afirman, el pacto, que no es de obligado cumplimiento, no pone en riesgo la soberanía nacional y realiza una distinción clara entre quienes buscan el estatus de refugiado y los migrantes económicos. Es meramente un intento de reconocer la importancia de abordar la migración de forma conjunta y de establecer estándares que los países deban seguir.
“Forma parte de una tendencia preocupante de los partidos de extrema Derecha, e incluso de los partidos tradicionales, de rechazar la toma multilateral de decisiones. La migración es, por su misma naturaleza, un tema que requiere una respuesta internacional. Si trabajamos colectivamente, gestionar la migración de forma justa y sostenible no está fuera de nuestro alcance, pero debemos empezar a reconocer cómo las causas y los efectos están conectados internacionalmente. Esos pactos son un intento de hacerlo, y preocupa que países que están en el núcleo de la Unión Europea estén empezando a darle la espalda a una toma de decisiones internacional y responsable”.
