El Grupo S&D advierte de que el aumento del movimiento anti-vacunas supone una amenaza a la salud pública

El aumento de los movimientos anti-vacunas, y la escasez de vacunas en algunos países europeos suponen una amenaza para la salud de los ciudadanos y las ciudadanas europeos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte contra la alarmante reaparición de enfermedades evitables, como el sarampión. Más de 20.000 europeos y europeas se vieron afectados por esta enfermedad el año pasado, y 35 murieron, mientras que en 2016 solo se dieron unos 5.000 casos.  

A petición del Grupo S&D del Parlamento Europeo, la comisión de Medio Ambiente y Salud Pública ha aprobado hoy una Resolución que les pide a los Estados miembros que mejoren la información pública sobre la necesidad de vacunarse; las vacunas salvan a millones de personas de sufrir enfermedades y discapacidad en todo el mundo. Las vacunas también han erradicado algunas enfermedades, como la polio, que podrían volver si la inmunización general se debilita. La Resolución también pide un acceso mayor y más asequible a las vacunas en Europa.  

 

La eurodiputada Elena Gentile, que firmó la Resolución en nombre del Grupo S&D, afirmó:

“En algunos países europeos, las vacunas se ven, en la actualidad, con indiferencia o incluso con hostilidad. Hay que luchar contra esta tendencia, que a menudo se ve alimentada por campañas engañosas, que pueden poner suponer que miles de ciudadanos y ciudadanas europeas estén expuestos al riesgo de enfermedades infecciosas que ya se erradicaron en el pasado.

“Pedimos campañas informativas, que se dirijan a mejorar la concienciación de la opinión pública. Además, pedimos más inversiones en investigación y supervisión con objeto de garantizar el nivel más alto posible de seguridad sanitaria”.

 

La portavoz de Salud del Grupo S&D, la eurodiputada Miriam Dalli, afirmó:

“Las dudas que se han difundido contra las vacunas se han vuelto un fenómeno preocupante. Fuentes de internet, que no son fiables, están bombardeando a nuestros ciudadanos y ciudadanas con información engañosa, que no es científica ni fiable, motivando retrasos o una negativa total a ponerse las vacunas necesarias.

“Las consecuencias de estas decisiones significan que, en la actualidad, se cuestiona el declive o la erradicación de muchas enfermedades infecciosas.

“Es importante reconocer que las vacunas no son un método nuevo y que tanto la Organización Mundial de la Salud como la Agencia Europea del Medicamento prueban rigurosamente y revalúan regularmente las vacunas que son autorizadas.

“Ahora depende de los Estados miembros garantizar una cobertura y un acceso homogéneo en toda Europa”.