“El diálogo político debe resolver la crisis de ‘vigilancia ilegal’”, le dice el S&D a Skopje

El anuncio de que se presentan cargos contra el líder de la oposición de la Antigua República Yugoslava de Macedonia parece ser un peligroso fallo de la democracia en el país y haber influido en la independencia del poder judicial, advierte el Grupo de los Socialistas y Demócratas (S&D) del Parlamento Europeo.
 
“La solución de la actual crisis política, que llega tras la acusaciones de vigilancia ilegal, debe buscarse en el Parlamento Europeo tanto como en los tribunales”, dijo el eurodiputado Richard Howitt, portavoz del S&D sobre la adhesión del país, que pasa dos días en la capital, Skopje, de reuniones.
 
El eurodiputado del Grupo S&D del Parlamento Europeo acompaña a una delegación de partidos socialistas y socialdemócratas para mostrar su preocupación ante las aparentes infracciones de los derechos y las libertades del partido de la oposición del país, el SDSM (Unión Socialdemócrata de Macedonia), un partido que es miembro del Partido de los Socialistas Europeos.
 
El primer ministro del país, Nikola Gruevski, anunció personalmente los cargos de espionaje contra el líder opositor del SDSM, Zoran Zaev. Zaev empezó a publicar cintas de vigilancia que le habían filtrado, según afirmaba, que habían sido calificadas de “bomba” y que para el SDSM demuestran la criminalidad del gobierno.
 
El eurodiputado Richard Howitt, que también es coordinador de la comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo, ha hablando en una rueda de prensa esta noche en Skopje (miércoles, 25 de febrero) y esta es su declaración completa: 
 
“Es un momento en el que al conjunto de Europa le preocupa su futura seguridad, la santidad de las fronteras nacionales y la fiabilidad de las garantías de seguridad.
 
“También es un momento en el que un partido nacionalista minoritario ha entrado en la coalición de Atenas, lo que preocupa en relación con la resolución del asunto del nombre.
 
“Es un momento en el que a su país le hacen falta amigos internacionalmente y cuando las consecuencias de un fracaso de la perspectiva euro-atlántica parecen ser incluso más peligrosas. 
 
“Sin embargo, desde el exterior, los eventos de las últimas semanas en Skopje, en relación con ambas partes, se consideran irresponsables, reflejan un fallo de la democracia y se suman al peligro.
 
“Cuando se usa la palabra “bomba”, pienso en una clase distinta de bomba, la que no queremos volver a ver de nuevo en este país ni en esta región.
 
“No hablaré, y, hasta ahora, Europa no ha hablado, sobre el contenido de las alegaciones que se han realizado.
 
“Nuestro compromiso con la independencia de los procedimientos judiciales nos impone esa disciplina; la misma que esperamos de todos los políticos democráticos, en cualquier parte. 
 
“Una disciplina que parece haberse visto influenciada.
 
“Europa u otros actores internacionales no pueden verse sumidos en una espiral de alegaciones y contra-alegaciones, que solo debilitarían la confianza pública en este país, por no mencionar en el extranjero.
 
“Pero no nos equivoquemos: si se demuestran las alegaciones de delito, las implicaciones políticas no se quedarán solo en el país, sino que también afectarán muchísimo a los intereses externos del país.
 
“Las acusaciones personales de ilicitud contra un primer ministro o contra un líder de la oposición, y contra aquellos que trabajan para ellos, no cuestionan la credibilidad del avance democrático en un país.
 
“Nadie puede estar por encima de la ley; pero ningún individuo puede estar tampoco por encima del ejercicio de la ley.
 
“Reitero mi petición de que las alegaciones de todas las partes se hagan públicas y pueda informarse sobre ellas libremente.
 
“Prometo que en nuestras conversaciones de esta semana ejerceremos nuestra responsabilidad de promover la cooperación y no la confrontación.
 
“Expresamos nuestro respeto de los principios de la democracia de este país y reiteramos nuestro mensaje a los ciudadanos del país a favor de nuestro futuro europeo común.
 
“No hay solución a estos problemas que pueda o deba imponerse desde el exterior. No quiero crear expectativas ahora que el acuerdo del 1 de marzo del 2013 puede reproducirse fácilmente. En realidad, si hiciera falta una intervención externa para ayudar a resolver diferencias políticas internas, ello solo debilitaría la capacidad para ello o de cualquier institución política interna del país para hacerlo, ahora y en el futuro.
 
“La solución debe estar en Skopje, no en Bruselas. Y la solución debe encontrarse en el diálogo político.
 
“Finalmente, el futuro de este país depende de una democracia que funcione plenamente, donde el gobierno y la oposición se respeten mutuamente y, juntos, cada uno respete el imperio de la ley”.