Hoy, los Socialistas y Demócratas han apoyado el trabajo en curso que realiza la comisión de investigación sobre la medición de las emisiones en el sector del automóvil (EMIS), que está arrojando luz en torno a las deficiencias y los errores que llevaron al llamado escándalo del "Dieselgate".

El primer informe interino de la comisión EMIS, que llega seis meses después de su creación, ha sido aprobado esta mañana en Estrasburgo. El texto les pide a la Comisión Europea y a los Estados miembros que cooperen plenamente, según el principio de cooperación leal, para que la comisión pueda continuar su trabajo y realizar las recomendaciones pertinentes.

Como parte de su labor, la comisión EMIS ha realizado varias audiencias a ex comisarios y a comisarios que forman parte en la actualidad de la Comisión Europea. Ayer por la noche, la comisaria Elżbieta Bieńkowska (Industria) y el comisario Karmenu Vella (Medio Ambiente) también testificaron frente a los 45 miembros que componen la comisión EMIS.

El portavoz del Grupo S&D en el escándalo del Dieselgate, el eurodiputado Seb Dance, dijo:

“Ha pasado casi un año desde que estallara el escándalo del Dieselgate y todavía los Estados miembros siguen arrastrando los pies en cuanto a la investigación y a la retirada y el arreglo de los coches “rechazados”. La legislación está en vigor para la retirada obligatoria y la reparación de los vehículos afectados, e incuso para la retirada de la homologación, y aún así los Estados miembros, aparentemente aterrorizados ante la posibilidad de enfadar a las empresas automovilísticas, no parecen dispuestos a actuar.

“Nos agradó escuchar la promesa de la comisaria Bieńkowska de que se abrirán procedimientos de infracción contra algunos Estados miembros en los próximos meses.

"Nos hace falta un programa de retirada europeo que esté armonizado y coordinado para proteger la salud de nuestros ciudadanos y ofrecer resultados a los consumidores”.

La eurodiputada Christine Revault d'Allonnes-Bonnefoy, que ha negociado el informe EMIS en nombre de los eurodiputados y las eurodiputadas del Grupo S&D,  dijo:

“La investigación no ha terminado; pero ya podemos observar que es muy difícil aplicar la legislación y controlar y penalizar las infracciones. En la actualidad, la situación es incomprensible para los ciudadanos, cuando ellos mismos están obligados a respetar la ley. La cadena de control y sanciones, particularmente cuando se ha convertido en un tema de salud pública, no ha funcionado y esto daña la imagen de Europa y de las instituciones europeas un poco más cada día.

“Es nuestra responsabilidad llegar a todas las consecuencias de este asunto, que podría haberse evitado si todas las partes hubieran respetado la legislación y hubieran tomado las medidas que hacían falta. La adopción de este informe interino es un primer paso, pero el trabajo dista mucho de haber concluido. Concretamente, nos hace falta establecer un sistema de certificación que sea transparente y totalmente independiente, que esté alejado de cualquier conflicto de intereses, que cuente con un control efectivo del mercado y con mecanismos de supervisión a nivel europeo.

“Los Socialistas y Demócratas, que presionaron para la creación de la comisión de investigación, están ahora totalmente movilizados por la transparencia con la finalidad de evitar que vuelva a producirse un escándalo como éste”.