El Parlamento Europeo ha aprobado hoy un informe progresista contundente para la Comisión Europea y los Estados miembros con objeto de reforzar la capacitación económica de las mujeres y permitirles que participen equitativamente en el mercado laboral y en la sociedad. El coste de excluir a una mujer del mercado laboral se estima entre 1,2 y 2 millones de euros a lo largo de su vida, lo que asciende a 370.000 millones de euros anualmente en el conjunto de la Unión Europea. Entre las medidas que pide el Parlamento Europeo en el informe progresista que se ha aprobado hoy, frente a la resistencia conservadora-liberal, figuran un mapeo de salarios y transparencia salarial para luchar contra la diferencia salarial por motivos de género; planes con medidas de género para las empresas; cuotas en el sector público; y la garantía de que se pueda volver a pasar de un trabajo de media jornada a uno de jornada completa. 

 

La eurodiputada del Grupo S&D Anna Hedh, autora del informe sobre la capacitación económica de las mujeres, afirmó: 

“Millones de mujeres que trabajan en Europa ganan menos que sus colegas hombres. Aunque están igualmente formadas, o a veces incluso mejor formadas, sus capacidades no se valoran a menudo tanto como las de los hombres, y su avance profesional es más lento. Esa diferencia salarial por motivos de género del 16 % acaba incluso en una diferencia mayor cuando se habla de pensiones, del 40%. Nosotros, los Socialistas y Demócratas, estamos luchando por el mismo salario para el mismo trabajo del mismo valor. Por eso, le pedimos a la Comisión Europea que facilite a los Estados miembros herramientas de evaluación del trabajo para asegurarse de que existen medidas vinculantes para garantizar la transparencia salarial.

“Con demasiada frecuencia las mujeres son las principales cuidadoras, o las únicas, de sus hijos e hijas y de sus padres mayores. Las mujeres trabajan dos veces y media más que los hombres en el hogar o como cuidadoras no remuneradas. Como resultado, a menudo limitan sus carreras, trabajan a media jornada o dejan totalmente de trabajar, acabando también con frecuencia en situaciones precarias. Queremos una distribución más justa del trabajo remunerado y no remunerado. Por eso, le pedimos a la Comisión Europea que presente una propuesta firme para mejorar el equilibrio entre el trabajo y la vida personal, incluyendo una garantía para volver a pasar de la media jornada a la jornada completa, y una Directiva de condiciones laborales dignas”.

 

La portavoz de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género del Grupo S&D, Iratxe García Pérez, añadió: 

“La independencia económica de las mujeres es un factor clave para lograr la igualdad entre mujeres y hombres. Luchamos para acabar con la diferencia salarial por motivos de género, lograr un equilibrio real entre el trabajo y la vida familiar, mejorar la participación de las mujeres en el mercado laboral y en la toma de decisiones, y erradicar la violencia que se basa en el género. Mientras exista la discriminación entre mujeres y hombres en el mercado laboral no podremos decir que nuestra sociedad es justa o equitativa.

“La exclusión de las mujeres del mercado laboral tiene costes personales y sociales. Debido a la tasa de empleo femenina más baja, la Unión Europea pierde 370.000 millones de euros cada año. Invertir en la capacitación económica de las mujeres allana el camino hacia la igualdad de género, la erradicación de la pobreza y el crecimiento. La capacitación económica de las mujeres es tanto correcta como inteligente”. 



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