Parlamento informado, Parlamento advertido

El Grupo S&D ha manifestado continuamente su preocupación con respecto a las insuficiencias estructurales y la escasez de recursos disponibles en el contexto del marco financiero plurianual vigente (MFP). Durante la negociación del MFP para el período 2014-2020, el Grupo S&D hizo hincapié en las consecuencias de la reducción de los recursos. El Parlamento Europeo y, en particular, el Grupo S&D se opusieron con firmeza a la reducción de recursos y solo la aceptaron tras conseguir varios logros, incluidos: una mayor flexibilidad (tanto para créditos de compromiso como de pago), un examen intermedio obligatorio del MFP seguido de una revisión (para tener en cuenta la futura evolución política), un acuerdo relativo a una hoja de ruta para la reforma del sistema financiero de la Unión (creación del Grupo de Trabajo de Alto Nivel «Recursos Propios»), así como algunas prioridades en las políticas sectoriales, como la asignación de recursos para la lucha contra el desempleo juvenil. No obstante, no se cumplieron plenamente todas las exigencias del Grupo S&D. Los últimos dos años nos han dado la razón y han demostrado todo lo que aún queda por hacer.

 

Desde 2013, la Unión se enfrenta cada vez a más crisis, que aún no se han solucionado debido a las deficiencias y el bajo nivel del presupuesto de la Unión. El déficit de inversiones en Europa, la alta tasa de desempleo, especialmente de desempleo juvenil, el embargo ruso sobre los productos agrícolas, la crisis de los refugiados y los migrantes, y la reintroducción temporal de controles fronterizos en el espacio Schengen han demostrado que la solución de crisis como estas solo puede lograrse a escala europea. Un compromiso político para hacer frente a estas crisis debe ir acompañado de recursos presupuestarios adicionales. No obstante, los límites máximos del MFP en las distintas rúbricas políticas han resultado excesivamente reducidos. Se han forzado al máximo los límites del MFP.

 

La Unión debe estar dispuesta a proporcionar los recursos necesarios para la aplicación de sus políticas. Un examen intermedio obligatorio, acompañado de una propuesta de revisión, está previsto para finales de 2016. Ha llegado el momento de proponer los cambios necesarios para responder a las deficiencias presupuestarias que actualmente ponen en peligro la credibilidad de la Unión Europea. El Grupo S&D está firmemente convencido de que la única manera de que la Unión asuma sus responsabilidades y proteja a sus ciudadanos, respondiendo al mismo tiempo a las crisis, es aumentar los límites máximos y la flexibilidad del MFP.

 

El examen y la revisión del MFP será un momento de prueba para las relaciones entre el Parlamento Europeo y el Consejo. En 2013 aceptamos un acuerdo político con las demás instituciones con un espíritu de cooperación fructífera. No obstante, cualquier intento para retrasar más o incluso detener la revisión debilitaría aún más la credibilidad de las instituciones europeas.