Un mercado único viable debe basarse en los principios de igualdad de trabajo, igualdad de derechos y competencia leal a fin de proteger tanto a los trabajadores como a las pequeñas y medianas empresas, que constituyen el principal motor de creación de empleo en Europa. Sin embargo, la falta de ambición y de dedicación por parte de la Comisión Europea y de algunos Estados miembros en lo que se refiere a la lucha por el modelo social europeo está dando lugar a la generalización del dumping social, la competencia desleal y distorsiones del mercado, lo que, a su vez, está provocando el aumento del nacionalismo y del proteccionismo. Resulta inadmisible que las empresas incrementen sus márgenes de beneficio mediante la explotación (transfronteriza) de trabajadores como mano de obra barata, privándolos de sus derechos laborales y sociales. Además, esta práctica priva también a los Estados miembros de ingresos fiscales y de cotizaciones a la seguridad social. El dumping social es cada vez más frecuente en prácticamente todos los sectores económicos y la Unión Europea no puede permitirse que esta situación se prolongue por más tiempo. En el Grupo S&D nos comprometemos firmemente a combatir el dumping social, la discriminación y la explotación de trabajadores, sobre todo de los desplazados. A tal fin, formulamos diez exigencias fundamentales.