«¿Podrías decirme, por favor, qué camino debo seguir para salir de aquí? Esto depende en gran parte del sitio al que quieras llegar —dijo el Gato.

No me importa mucho el sitio...

—dijo Alicia. Entonces tampoco importa mucho el camino que tomes —dijo el Gato.

... siempre que llegue a alguna parte —añadió Alicia como explicación. ¡Oh, siempre llegarás a alguna parte — aseguró el Gato—, si caminas lo suficiente!

(Alicia en el País de las Maravillas, Lewis Carroll)

 

En el presente documento de opinión, el Grupo de Socialistas y Demócratas solicita una gran revisión de la Unión Económica y Monetaria de la Unión. Contribuye a identificar, y a definir, por qué y cómo la UEM debe evolucionar desde el futuro próximo al más lejano.

La zona del euro no ha logrado proporcionar sus principales objetivos a la Unión Europea en lo que respecta a crecimiento sostenible, empleo, progreso social, cohesión y estabilidad.

Los defectos del diseño inicial de la divisa única han hecho que los efectos de la crisis económica global sean más profundos y duraderos, generando enormes costes económicos, sufrimiento social y tensiones políticas dentro y entre los Estados miembros.

Este documento de posición sostiene que sin una gran reforma, cuyo objeto sea la culminación de la UEM, ni se superará convenientemente la crisis, ni la UE logrará su necesaria transformación en un modelo de crecimiento democrático, sostenible, cohesivo  y competitivo, sin el  que en última  instancia no podrá  salvaguardar  ni reforzar sus valores y normas democráticos y sociales en un mundo cada vez más competitivo y que cambia rápidamente. Para garantizar la sostenibilidad de la UEM a largo plazo, el proceso de reforma de la UEM también debe implicar el relanzamiento de un proceso dinámico de convergencia estructural entre sus países miembros y regiones dentro de un Mercado Único inclusivo y competitivo.

Esta reforma de la UEM debe abordar sus defectos y debilidades inherentes de forma directa, a través de un cambio político, económico y social valiente e inteligente. Entre las principales propuestas del Grupo de Socialistas y Demócratas se encuentran:

  1. Un importante salto cualitativo en los procesos de toma de decisiones democráticas.
  2. Una coordinación de políticas económicas más estrecha y el desarrollo de una política económica de la UEM basada en un enfoque verdaderamente conjunto respecto a la política fiscal global de la zona del euro, en particular para tener en cuenta de manera apropiada el impacto de la política fiscal global de la UEM sobre la demanda doméstica de la zona del euro y sus recursos financieros, considerada como una condición necesaria para una mejor combinación de políticas macroeconómicas, que permita la gestión adecuada de la demanda agregada  y  medidas  claras  que  reduzcan  las  desigualdades  sociales  y  de género.
  3. Supervisión equilibrada de las cuentas corrientes nacionales a fin de abordar tanto déficits como superávits a través de recomendaciones específicas para cada país de manera que se apoye la convergencia estructural.
  4. Un programa de crecimiento progresista que combine una mayor inversión y reformas estructurales socialmente equilibradas.
  5. Normas sociales fundamentales comunes y una base imponible consolidada común  del  impuesto  sobre  sociedades  para  evitar  una  carrera  descendente social y fiscal entre países.
  6. Una capacidad contributiva de la UEM, que incluya recursos propios y un mecanismo de préstamo con dos objetivos principales:
    • Ofrecer un instrumento personalizado para mejorar la absorción de las crisis económicas propias de cada país.
    • Fomentar la inversión social, contribuyendo a recuperar la convergencia estructural entre los miembros de la zona del euro durante la fase de salida de la crisis.

El Grupo de Socialistas y Demócratas pide a los Presidentes de la Comisión Europea, la Cumbre de la Zona del Euro, el Eurogrupo y el Banco Central Europeo que presenten un informe sobre la culminación de la UEM al Consejo Europeo, en el que aborden abiertamente los grandes retos que tenemos por delante, y hacerlo con la plena participación del Presidente del Parlamento Europeo. El informe de estos cinco Presidentes debe proporcionar una hoja de ruta integral y de gran alcance para la culminación gradual de la UEM, con propuestas claras para reformas más inmediatas y para cambios a largo plazo, incluidos los cambios que exigirán una reforma de los actuales Tratados.

También solicita al Consejo Europeo que se comprometa a un proceso democrático para llevar a cabo la revisión de la actual UEM, como se describe en este documento de posición. No se escatimarán esfuerzos durante los próximos meses para impulsar este programa ambicioso y de reforma necesaria.