Hoy, los Socialistas y Demócratas van a liderar el debate y la votación sobre el primer informe exhaustivo del Parlamento Europeo sobre justicia racial, no discriminación y antirracismo.
El informe, elaborado por la eurodiputada del Grupo S&D Evin Incir, llega en un momento en que el racismo va en aumento en Europa. En julio, el primer ministro húngaro Viktor Orbán pronunció un discurso abominable criticando la “mezcla” de razas europeas y no europeas. En Francia, la semana pasada un diputado ultraderechista fue temporalmente expulsado de la Asamblea Nacional tras gritar “que se vuelva a África” cuando un diputado de raza negra intervenía durante un debate sobre migración.
El informe recalca la importancia de ir más allá del racismo y la discriminación interpersonales para hacer frente al racismo estructural en la sociedad. Insta a la Comisión a garantizar que el histórico plan de acción se prolongue más allá de 2025 y exige a los Estados miembros que ideen planes de acción ambiciosos para abordar el racismo antes de finales de 2022. Los planes de acción nacionales, con los que actualmente solo cuentan 12 Estados miembros, tienen que ir más allá de las palabras y deberían incluir mecanismos de seguimiento que ofrezcan acciones tangibles y concretas sobre el terreno. El Grupo S&D también aplaude los continuos esfuerzos realizados por la comisaria del PSE, Helena Dalli, para combatir el racismo en todas sus formas, incluido el racismo estructural e institucional, en la UE.
Evin Incir, eurodiputada del Grupo S&D y autora del primer informe antirracismo del Parlamento, manifestó:
“El racismo está en alza en toda la Unión Europea. Si no pasamos a la acción, estaremos creando un terreno fértil para que el racismo crezca y se expanda. El racismo no es una opinión. Es una violación de los derechos humanos.
“No es casualidad que el aumento de los niveles de racismo vaya acompañado del auge de la extrema derecha en puestos de poder en Europa, ya sea en Italia, Hungría o Suecia. Condenamos a la extrema derecha por su discurso racista, por usar a las minorías religiosas y étnicas como chivo expiatorio y por sus intentos de polarizar nuestras sociedades y dividir a las comunidades. Ahora más que nunca, hemos de mantenernos muy alerta para garantizar que, en nuestra sociedad, todo el mundo pueda disfrutar de las mismas oportunidades en el mercado de trabajo, la justicia y la educación. El racismo mata, priva a las personas de sus derechos humanos e impide que la sociedad pueda beneficiarse de las competencias y la experiencia de toda nuestra ciudadanía.
“Si pasamos de la palabra a la verdadera acción, la UE puede realmente marcar la diferencia y erradicar el racismo y la discriminación, además de traer justicia para todas las personas que conforman nuestra Unión. Ha llegado el momento de aplicar plenamente el lema de la UE: ‘Unida en la diversidad’”.
